La ruptura entre Laura Escanes y Risto Mejide ha sido muy sonada en las últimas jornadas. La pareja, que llevaba siete años junta y tenía una hija en común, ha roto sus relaciones hasta nuevo aviso. Y es que el presentador parece estar llevándolo en silencio.

Sin embargo, este miércoles, la catalana ha reaparecido disfrutando de un divertido almuerzo con sus mejores amigas en la casa de Laura Matamoros. María Pombo, María Fernández-Rubíes y la hija de Kiko Matamoros, entre otras, son en estos momentos sus grandes apoyos y con ellas ha compartido un día muy especial que terminó con Laura haciéndose un nuevo tatuaje.

Un planeta en uno de sus antebrazos que se ha hecho con una de sus amigas y que podría significar un símbolo de este nuevo comienzo tras su separación del padre de su hija Roma. Muy seria, y visiblemente agobiada por la presencia de las cámaras, Laura ha roto su silencio y ha dejado claro que su relación con Risto es "buena" y que "está todo bien". "No vamos a dar ninguna declaración más, ya lo hemos dicho" ha explicado.

"Son momentos delicados. Pedimos un poco de calma y ya está" ha añadido, señalando que aunque "entiendo que es vuestro trabajo y que tenéis que estar, no tenemos que decir nada más, por favor, gracias". Unas declaraciones con las que la influencer rompe su silencio, aclara que su relación con Risto es buena y pide respeto en un momento complicado para ambos.

Pero Risto parece hundido. Ya en "Todo es Mentira" se pronunció sobre el asunto, aunque hoy ha decidido escribir aen las redes, aunque de un tema totalmente diferente: "Yo estoy feliz de que me suban los impuestos. En serio. Creo en el Estado de Derecho y hay coberturas que ni podemos ni debemos perder. Sobre todo para los más desfavorecidos. Si hay un momento en el que toca arrimar el hombro a los que nos ha ido bien en la vida, es ahora".

Sin embargo, parece que las redes no se han tomado su comentario demasiado bien: "Dependiendo de quién gobierne, ¿no?"