Rocío Carrasco no para de darnos titulares. Cada semana sale un nuevo capítulo de "En el nombre de Rocío", y cada semana da mucho de qué hablar. Esta vez, la hija de Rocío Jurado ha querido hablar del terrible accidente del diestro debido a sus problemas con el alcohol.

Y es que la ex mujer de Antonio David sigue ofreciéndonos pistas del por qué de su mala relación con toda la familia que se conoce, en este capítulo, en especial, con su ex padrastro y con los hijos que su madre tuvo con el: Gloria Camila y José Fernando.

En 2011, José Ortega Cano le arrebataba la vida a Carlos Parra, un hombre que circulaba por la calle y al que el diestro atropelló por conducir bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, el torero confesó que tras la muerte de su mujer, había desarrollado un problema con estas sustancias, cosa que Rociíto se encargó de desmentir en el capítulo 12 de su documental, confirmando que sus problemas de adicción ya venían de antes. "Es cierto que se agravaron con la muerte de mi madre, pero ya le venían de mucho antes. Él tiene ese problema con mucha anterioridad a que mi madre enferme. Es cierto que se le acrecienta cuando ella muere. Se desorienta, está en shock, pero el problema lo tiene de antes. Y todos los que hemos estado ahí día a día y hemos vivido en esa casa sabemos que lo que estoy diciendo es cierto".

Rocío Carrasco confesó además, que José Ortega Cano tenía un grave problema con el alcohol. Además de haber estado en la cárcel por homicidio imprudente, el torero, según su hijastra, "iba a torear de resaca", acto muy peligroso y temerario para su salud.

Fidel Albiac amenaza de muerte a Ortega Cano

Ayer, tras una serie de preguntas de los tertulianos, Carrasco se animó a contar la verdad: "Me han dicho que he tenido muchas discusiones con José, pero no es cierto, solo tuvimos una", comenzó diciendo la hija de la Jurado, que proseguía: "Fuimos al hospital cuando a mi madre le dieron ataques de amonio. A la salida le ofrecí (a Ortega Cano) que se fuese a dormir ya que llevaba todo el día en el hospital. El aceptó", continuó. "Cuando llegamos a casa, empezó a echarme cosas en cara y me dijo que 'qué le iba a a decir a él una niña que estaba matando a su madre'", aseguró Rociíto, quien se animó a contar el final de la historia: "En ese momento, yo me eché a llorar como una niña porque no comprendía cómo me podía haber dicho eso. Pero Fidel (Albiac) le dijo a Ortega Cano que 'estamos en un trigésimo quinto piso. Como vuelvas a decirle algo así a la niña vamos los dos por la ventana, José'".