Tarde especial la de este miércoles para las hijas de Isabel Preysler. Mientras Tamara Falcó ha reaparecido por todo lo alto tras su peregrinaje al Santuario de la Virgen de Lourdes como pregonera del día del Domund en la Colegiata de San Isidro de Madrid, a pocos kilómetros de allí Ana Boyer ha sido una de las grandes protagonistas de la exclusiva fiesta con la que la joyería Rabat ha presentado su nueva colección de diamantes en el Consulado de Italia.

Un evento único en el que la elegancia de la mujer de Fernando Verdasco - impecable con un vestido rosa pastel con escote corazón y falda evasé que es pura fantasía - eclipsó a otras celebrities como Laura Escanes, Eugenia Silva, Andrés Velencoso, Laura Matamoros o Francisco Rivera y en el que, como no podía ser de otro modo, ha revelado cómo ve a Tamara tras su ruptura con Íñigo Onieva.

"Ella está muy fuerte. Dentro de lo que ha pasado está tranquila y ya la veis, no ha parado de salir. Yo la veo tranquila y bien" asegura Ana que, muy unida a su hermana, reconoce que para su familia también ha sido "duro" ver que alguien a quien quieres "ha tenido que pasar por esto".

Sin relación con Íñigo Onieva desde que salió a la luz su infidelidad a Tamara, la socialité no se plantea llamar al que estuvo a punto de ser su cuñado - "les toca hablar a ellos" afirma - por lo que como confiesa "no tengo ni idea" de si ha decidido transformar el anillo de compromiso que le regaló a su hermana para hacerlo más grande y más fuerte: "No estoy en contacto con él. ¿Quién dice? No tengo ni idea".

Un gesto que ha desatado los rumores de reconciliación en la pareja; algo que Ana, sin mojarse demasiado, descarta por el momento: "Yo creo que eso es algo que solo sabe ella y al final por lo que ella ha dicho, de momento no tiene pinta, pero bueno*".

¿Y Ana? ¿Perdonaría algo así si fuese Tamara? Como reconoce, "es muy complicado saber eso. No lo sé", pero insiste en que su hermana "está fuerte y está "bien".