La confesión más intima de dos comensales en First Dates

Un encuentro muy esperado

Isabel junto a Carlos Sobera en ’First Dates’.

Isabel junto a Carlos Sobera en ’First Dates’. / CUATRO

H. Montenegro

Si por algo se caracteriza First Dates es por la aleatoriedad de momentos que genera a la hora de reunir a dos comensales en una cita. Estos encuentros, completamente a ciegas, pueden ser motivo para que dos personas que ya se conocían se den una nueva oportunidad o, por el contrario, terminen saltando las chispas entre ellos -y no en términos positivos-.

First Dates cuenta con un elemento esencial para enganchar a la audiencia temporada tras temporada y ser una fuente inagotable de contenido: el amor. Si bien no siempre surge la llama entre los que se presentan en las citas a ciegas, a menudo salta la sorpresa y resulta que, de repente, dos personas que estaban hechas la una para la otra acaban encontrándose en el restaurante del amor.

Carlos Sobera, presentador del programa desde sus inicios, ha sido testigo de incontables encuentros que no siempre han salido bien. Por su restaurante del amor han pasado auténticos personajes con aficiones, gustos y preferencias de lo más variadas, que han causado una verdadera sorpresa en sus acompañantes durante la cita. De las tantas personas que pasan por el restaurante del amor, muchos de ellos arrastran gustos un tanto extraños que no se preocupan por ocultar, ya que forma parte de su personalidad y quieren mostrarse de manera natural.

Esta especie de Cupido moderno y su programa han vuelto a hacer de las suyas inconscientemente. Javier y Roberto acudieron a plató en busca del amor y se encontraron el uno al otro, casualmente. “Ay, mi amigo Javi”, exclamó Roberto al ver entrar a su cita por la puerta del restaurante del amor. Durante el encuentro, parecieron salir varios secretos a la luz. “Yo nunca te he dicho esto, pero desde que te conocí siempre he tenido una atracción sexual hacia ti. Como soy una persona muy tímida y respetuosa nunca te lo había dicho”, dijo reveló Javi durante la cena. Para su sorpresa, la intención pareció ser mutua, ya que a Roberto también le había pasado.

En ese momento, Roberto se emocionó: “Tengo ganas de llorar porque es una inyección de energía lo que transmites”. Javi le contestó que “nunca sabes lo que la vida te depara”. Fuera de plató, ambos dieron más detalles. “Nunca he tenido una cena con Roberto y yo creo que es un sitio especial para decirnos las cosas”.