Los planes de invierno de los Reyes: Felipe, con amigos en Sierra Nevada; y Letizia disfruta del Waterpolo

Apariciones sorpresa, a kilómetros de distancia

Los Reyes se separan: el plan de Letizia mientras Felipe esquiaba con sus amigos

Los Reyes se separan: el plan de Letizia mientras Felipe esquiaba con sus amigos

M. R.

Como matrimonio moderno que son, los Reyes Felipe y Letizia disfrutan de muchos planes de ocio y escapadas juntos, pero también por separado. Y buena prueba de ello son las respectivas apariciones sorpresa, a kilómetros de distancia, que ambos han protagonizado este fin de semana.

El monarca ha aprovechado un hueco en su intensa agenda institucional para desplazarse a Sierra Nevada y disfrutar de una de sus grandes pasiones, el esquí. Acompañado por varios amigos, Don Felipe se dejó ver por la estación granadina con total normalidad, derrochando complicidad y cercanía tanto en el apartahotel en el que se alojó, Trevenque, como en el restaurante en el que comió antes de poner fin a esta escapada exprés a la nieve, 'La Alcazaba'.

Según ha revelado su metre a la revista ¡Hola!, el Rey degustó una ensalada de timbal de aguacate, huevo, gambas y tomate, y otra templada de espinacas, queso y bacon - a compartir con sus tres amigos - antes de comer una sopa de cebolla acompañada por pan, queso tostado y gratinado.

Poco aficionada al esquí, la Reina Letizia optó por no acompañar a su marido a Sierra Nevada y en su lugar ha disfrutado de un plan en Madrid con el que ha demostrado una vez más su apoyo al deporte femenino. ¿Cómo? Convirtiéndose en la espectadora de honor (sorpresa) en el partido de waterpolo que este sábado ha disputado el equipo Simalga Real Canoe contra el Leioa.

Así lo ha desvelado el club madrileño en sus redes sociales, orgulloso de la inesperada visita con la que su Majestad ha querido dar visiblidad a un deporte tan minoritario como el waterpolo femenino. Muy sencilla con unos jeans oscuros y un jersey de punto rosa, Doña Letizia no dudó en fotografiarse con los responsables del equipo antes de firmar en el libro de honor del Canoe antes de acceder a la piscina para presenciar el encuentro.

Posteriormente, y con la mejor de sus sonrisas, la Reina se acercaba a las jugadoras de ambos equipos, con las que charló de lo más amigablemente además de hacerse varias fotos para el recuerdo. Una aparición sorpresa que pone de manifiesto lo variado de los intereses de la monarca y su compromiso con el deporte femenino.