Adiós al pan duro: el truco de restaurante para que te dure varios días

Conservar el pan es un arte que no todo el mundo domina. Descubre cómo conservar el pan fresco durante más tiempo, sin tener que congelarlo. El pan es un alimento básico. Sea cual sea su variedad, es un acompañante casi indispensable de nuestras comidas diarias. Baguette, pan de payés, pan multicereales, pan de centeno...

Hay innumerables variedades para elegir, desde el desayuno hasta la cena. Entre la multitud de variedades disponibles, la baguette es la más popular por su versatilidad: ideal para hacer tostadas con mantequilla, también es una buena amiga para los bocadillos. ¡Y para los que les gusta añadir un poco de salsa a sus platos! Otro favorito es el pan integral. Rico en fibra, ha resurgido con fuerza en los últimos años entre los que quieren comer sano. Pero sea cual sea la variedad de pan que compre, todo el mundo está de acuerdo en que es mejor no esperar para comerlo. Al cabo de un día, puede perder rápidamente sus cualidades gustativas. Dependiendo del tiempo, puede volverse blanda o dura como una roca.

Castañas asadas en el microondas: el truco que las prepara en segundos

Las causas de un endurecimiento anormalmente rápido pueden ser las siguientes. Una masa demasiado firme, agua demasiado caliente y demasiada levadura pueden hacer que la miga se desmorone. A menos que quieras hacer tostadas con ella, tu baguette acabará en la basura. Pero hay un truco sencillo que puede aplicar para evitar que se desperdicie en el futuro...

Consejos para conservar el pan durante más tiempo

Además de congelar el pan, hay algunos consejos que puedes seguir para mantenerlo fresco y crujiente durante más tiempo. El primero es guardarlo en un lugar hermético. Puede utilizar una bolsa de lona, por ejemplo, o colocarlo en una conejera especialmente diseñada para ello. Se recomienda almacenarlo a temperatura ambiente, pero sobre todo debe asegurarse de que el nivel de humedad de su habitación sea lo más alto posible, porque el pan es extremadamente sensible a la humedad. La mejor manera de evitar que el pan se estropee es envolverlo en un paño y colocarlo en una caja especial. Y un pequeño extra: añádele una manzana. La fruta absorberá el exceso de humedad y el pan quedará crujiente. Para que el pan duro recupere su aspecto original, hay otro truco que deberías probar de inmediato.

Adiós a guardar los platos uno encima del otro: la solución japonesa vertical para tener más espacio en el armario

Pasa las piezas rancias por agua para humedecerlas. A continuación, colócalas en la rejilla del horno, precalentado a 200°C, durante 5 minutos. Al salir el vapor, la miga vuelve a estar blanda. ¡Y podrás disfrutar de tu pan (casi) como si acabara de salir de la panificadora! Este truco también funciona con el microondas: para un resultado perfecto, basta con envolver el pan en papel de cocina húmedo y calentarlo durante unos veinte segundos. Una vez más, el método es muy eficaz y le ahorrará unos cuantos euros, ya que no tendrá que tirar picatostes que creía destinados a la basura.