Papel de aluminio en el radiador por la noche: cada vez más gente lo hace y con razón

Este truco es especialmente útil en viviendas con paredes exteriores mal aisladas

Papel de aluminio en el radiador por la noche: cada vez más gente lo hace y con razón

Papel de aluminio en el radiador por la noche: cada vez más gente lo hace y con razón

¿Quién hubiera pensado que un rollo de papel de aluminio podría mejorar la calefacción de tu hogar? Este material reflectante, colocado detrás de los radiadores, evita que las paredes absorban el calor, reduciendo la pérdida de calor. La lámina refleja el calor producido por el radiador hacia el interior de la habitación , haciéndolo inmediatamente perceptible y reduciendo el tiempo necesario para calentar la habitación.

Este truco es especialmente útil en viviendas con paredes exteriores mal aisladas. La aplicación de una solución tan sencilla puede transformar la forma en que experimenta el frío y, al mismo tiempo, reducir el impacto económico de la calefacción.

Si bien la eficacia depende del aislamiento general de su hogar, vale la pena intentarlo para experimentar los beneficios.

Es más, si dejas el papel de aluminio encima delr adiador por la noche, el calor se mantendrá más tiempo. Es habitual que en el periodo de sueño mucha gente desconecte los radiadores por temas de ahorro. De esta manera conseguirás que durante la noche el calor en tu casa se mantenga.

Un error que todo el mundo comete

El calor no se propaga correctamente. Y el calefactor funciona constantemente para mantener una temperatura agradable. La mayoría de las veces, el problema no está en el radiador en sí o en su ubicación; de hecho, suele ser algo en lo que nadie piensa. Sobre todo en pleno invierno. Una cosa que todo el mundo olvida hacer es limpiar el polvo del sistema de calefacción. El polvo que se acumula en los radiadores actúa como un auténtico aislante térmico. Impide que el calor se propague correctamente por la habitación. Cuanto más polvo hay, menos eficazmente calienta el radiador y, para compensar esta pérdida de eficacia, se sube el termostato. El resultado es un mayor consumo de energía. Cuando el polvo se acumula en los intersticios, forma una barrera térmica, por lo que el calor queda atrapado en el radiador en lugar de propagarse por la habitación. Un radiador sucio puede perder hasta un 30% de su eficiencia. Así que estás pagando por una energía que en realidad no utilizas.

Además de costar dinero, este derroche de calefacción también perjudica al medio ambiente. La eliminación del polvo es muy sencilla. Hay que esperar a que el radiador se enfríe para evitar cualquier riesgo de quemaduras y limitar la dispersión de polvo en el aire. A continuación, utiliza un plumero o un cepillo fino para entrar en los recovecos. También debe pasar suavemente por los huecos para desalojar el polvo acumulado, y luego aspirar las partículas residuales con una boquilla fina.

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