Cristina Pedroche se sincera sobre su segundo embarazo: "Muy obligado"

Cristina Pedroche empieza el año embarazada, aún con resaca de las Campanadas (y todos los comentarios positivos y negativos) y rodeada siempre de polémicas. A la colaboradora de televisión le tocó explicar que el anuncio de su embarazado durante el día de los Santos Inocentes no era una broma, ni jugaría nunca con un tema así.

Tras la última noche del año en la que Cristina mostró su incipinete barriga y lanzó un alegado a la protección de la infancia con un vestido diseñado con su propia leche materna, dejó claro que la maternidad es lo que da sentido a su vida en estos momentos; sobre lo que todo lo demás gira.

A día 14 de enero Pedroche saca fuerzas para hacer su primer entrenamiento del año. "Y es muy obligado", confiesa. Pese a que es una gran aficionada al deporte y durante el primer embarazo practicó mucho ejercicio, en esta ocasión no está siendo posible.

"Este embarazo no está sienco como el primero", confiesa. Las circunstancias son diferentes: "antes descansaba cuando quería, ahora tengo a una niña pegada a la teta todo el rato y que solo quiere jugar conmigo, por no hablar de los mil despertares de cada noche".

Cristina Pedroche trata de centrar sus energías en lo importante: estar sana para que todo vaya bien durante el embarazo. "Mis deseos son encontrarme mejor para poder volver a entrenar y sentirme fuerte", comenta. Sin embargo, las fuerzas no llegan. Ha tenido que obligarse a hacer ejercicio, aunque de forma más relajada. "Sé que el entrenamiento de fuerza es lo mejor para mí y para mi bebé", sentencia.

Leche materna

Un año más, Cristina Pedroche es el centro de todas las miradas en las Campanadas de Antena 3, un evento que se ha convertido en una tradición esperada por millones de personas. Este año, la presentadora alza su voz de la mano de UNICEF España a favor de la infancia para visibilizar la importancia de proteger a cada niño y cada niña frente a cualquier tipo de violencia, abuso y explotación.

Este mensaje se refleja en un vestido ideado por Josie, que combina innovación y tradición con un profundo significado. Creado con técnicas de alta sombrerería, el diseño incluye croché de algodón y 8.500 cristales creados a partir de gotas de leche materna cristalizada que son un símbolo de protección, resultado del trabajo de la joyera Belén Mazas, de la firma Morir de Amor.

El diseño está compuesto por corsé, casquete y guardainfantes, realizado en su totalidad con técnicas de alta sombrerería, creando hormas ad hoc que dan forma a las diferentes piezas. Una vez creada la estructura, VIVASCARRION tuvo que enrejar, ensedar y ahormar las piezas en el molde con croché de algodón para salpicar las gotas de leche materna acristalada. Un laborioso proceso artesanal de más de 2.500 horas de trabajo que dan como resultado una vestido joya de más de 42 kg.

El vestido es una auténtica obra de arte. Las gotas de leche materna, que Pedroche conservó durante su primera maternidad, han sido transformadas en elementos decorativos que adornan toda la estructura. Desde la cintura, donde se mezclan con pan de plata formando formas de cuarzo, hasta el casquete bordado con plumas de papel.