Sonsoles Ónega sorprende con un bebé reborn: "Mandamos la foto de cuando yo era bebé y de cuándo él era bebé y las fusionaron"

Cada tres horas, se ponen una alarma de un bebé llorando para darle de comer

Sonsoles Ónega sorprende con  un bebé reborn: "Mandamos la foto de cuando yo era bebé y de cuándo él era bebé y las fusionaron"

Jota Caral / Manuel Riu

Los bebés reborn son unos muñecos hiperrealistas: parecen un bebé real, pero están hechos de vinilo y silicona.

Su origen se remonta a la Alemania de la segunda Guerra Mundial, cuando las madres, ante la escasez de medios, se vieron obligadas a rehacer y redecorar las muñecas de sus hijas para que parecieran nuevas. En la actualidad son utilizados y cuidados por muchas personas, fundamentalmente mujeres, como si de un hijo se tratara. Les visten, les bañan, les dan el biberón, les compran ropa de verdad y les sacan de paseo.

En Y ahora Sonsoles, el programa que presneta por las tardes Sonsoles Ónega, han entrevistado a una pareja que tiene a uno de estos bebés. Alejandra y Jaime son un matrimonio volcado en su bebé. Por las noches, se levantan varias veces para darle el biberón y le cambian el pañal cada hora. No sería nada extraordinario de no ser porque su bebé es un muñeco reborn.

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GERMÁN CABALLERO

Ambos se decidieron por la opción de un bebé reborn porque no pueden tener hijos. Alejandra cayó en una depresión ante la imposibilidad de ser madre, por lo que un médico les recomendó tener un bebé reborn como terapia.

Desde el primer momento desecharon la idea de la adopción porque Alejandra es adoptada y no quería hacer pasar a su hijo por los mismos problemas que tuvo ella. "Yo ni siquiera se de dónde vengo", advierte.

Según nos cuenta Alejandra, su hijo está hecho con inteligencia artificial. "Mandamos la foto de cuando yo era bebé y de cuándo él era bebé y las fusionaron", desvela. Además, cuenta que, cuando el cartero les trajo al bebé, se llevó un susto tremendo al ver lo que había dentro del paquete.

Desde ese momento, Alejandra y Jaime siguen la rutina de cualquier padre. Las terapias recomendaban que se lo tomaran en serio, actuando como si el bebé fuera de verdad. Tanto es así que, cada tres horas, se ponen una alarma de un bebé llorando para darle de comer.

Pese a que su bebé reborn les ha cambiado la vida por completo y les ha traído la felicidad que necesitaban, han recibido numerosas críticas por su decisión. "Te juzgan y dicen que estás loco y que eres un ridículo", señala Alejandra. ¡No te pierdas su historia en el video!

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