El truco definitivo para aliviar las contracturas en tiempo récord (sin esperar semanas al médico)

El nivel de dolor es una de las cuestiones que hay que tener en cuenta

Los trucos contra las contracturas.

Los trucos contra las contracturas.

Si las contracturas te tienen atrapado y no puedes ni girarte, hay un remedio que puedes encontrar en la farmacia y que es todo un salvavidas.

Se llama Spascuprel, de los laboratorios GEL, y lo mejor es que no interfiere con otros medicamentos. Así que si tomas Sintron o cualquier otro tratamiento, puedes usarlo sin miedo. Y si no tienes patologías previas, mejor todavía.

¿Cómo tomarlo según la gravedad del dolor?

No todas las contracturas son iguales, por eso la clave está en saber cómo tomarlo según el nivel de dolor que tengas:

● Si la contractura es leve o crónica

Si es esa molestia constante que llevas arrastrando días y ya estás tomando antiinflamatorios, el truco es simple: tómalo tres veces al día, una pastilla en desayuno, comida y cena. Esto ayudará a relajar la musculatura y a evitar que el dolor vaya a más.

● Si el dolor es insoportable y no puedes moverte

Aquí es donde Spascuprel no tiene competencia. Si has amanecido sin poder girar la cabeza o levantar los brazos, la solución es tomarlo cada media hora durante un máximo de dos horas. Esto ayuda a relajar la zona rápidamente y, si lo combinas con un antiinflamatorio suave como un ibuprofeno de 400 mg, el efecto será aún más potente.

¿Funciona de verdad?

Muchos usuarios lo consideran un auténtico salvavidas. No solo alivia las contracturas, sino que además no produce somnolencia ni efectos secundarios fuertes, algo que muchos relajantes musculares sí hacen. Así que si necesitas recuperar la movilidad y no puedes permitirte estar una semana paralizado, esta opción puede sacarte del apuro.

Consejos extra para evitar futuras contracturas

Para que esto no se convierta en un problema recurrente, toma nota de estos hábitos que pueden ayudarte a prevenirlas:

●       Haz estiramientos diarios, sobre todo si trabajas muchas horas sentado.

●       Mantén una buena postura en la oficina y en casa, evitando encorvarte.

●       Aplica calor en la zona afectada cuando empieces a notar tensión.

●       Bebe suficiente agua, porque la deshidratación también influye en la rigidez muscular.

●       Evita movimientos bruscos o cargar peso sin calentar antes.

Así que ya sabes, la próxima vez que una contractura te deje fuera de juego, no te resignes a esperar semanas para solucionarlo. Con este truco de farmacia, volverás a moverte con normalidad mucho antes de lo que imaginas. ¡Tu espalda te lo agradecerá!

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