Adiós a las arrugas en la camisa: la mejor técnica para plancharlas

Esta prenda es sin duda una de las más difíciles de alisar por sus múltiples pliegues

El desconocido giro de rosca de la plancha que te ahorra tiempo y deja las camisas como nuevas

El desconocido giro de rosca de la plancha que te ahorra tiempo y deja las camisas como nuevas

Alejandra Carreño

¿Estás harto de las arrugas en las camisas? Sin duda, estas prendas son las más odiadas en la tarea del planchado, debido a sus múltiples pliegues, costuras y patrones de tejido. A continuación, se explica la mejor técnica para planchar una camisa y que parezca recién salida de la tienda.

Preparación de la camisa

Antes de iniciar el proceso de planchado, es esencial preparar adecuadamente la camisa. Esto incluye asegurarse de que la prenda esté limpia y seca. Las camisas deben ser retiradas de la secadora ligeramente húmedas o rociadas con agua para suavizar las arrugas más persistentes. El uso de agua destilada es recomendable para evitar manchas de cal. La correcta colocación de la camisa sobre la tabla de planchar es fundamental: se debe comenzar con la parte trasera del cuello y seguir con los puños, para después planchar las mangas, el yugo, y finalmente el cuerpo de la camisa.

Configurar la plancha

La selección de la temperatura adecuada es vital para evitar los daños en los tejidos. Las camisas de algodón suelen soportar temperaturas más altas, mientras que las de poliéster o mezcla deben plancharse a temperaturas más bajas para evitar quemaduras. Disponer de una plancha con control de vapor es una ventaja indiscutible, ya que el vapor ayuda a relajar las fibras y facilitar el alisado. La presión debe aplicarse de manera uniforme y controlada, deslizando la plancha lentamente para evitar la creación de nuevas arrugas.

Tácticas de planchado

Comenzar planchando las partes más pequeñas, como el cuello y los puños, reduce el riesgo de arrugas indeseadas en áreas ya planchadas. Las mangas deben plancharse desde el hombro hacia el puño en un solo movimiento fluido. Para el cuerpo de la camisa, se recomienda iniciar desde la parte superior de un lado, descendiendo gradualmente y luego repetir el proceso en el otro lado. Mantener la plancha en movimiento constante evitará la formación de marcas brillantes o de quemado en la tela.

Enfriamiento y almacenaje

Tras finalizar el planchado, dejar que la camisa se enfríe adecuadamente es clave para fijar el alisado logrado. Colgar la camisa en una percha inmediatamente después del planchado y dejarla airearse contribuirá a mantener su forma y evitar las arrugas. Almacenar la camisa adecuadamente es fundamental para prolongar la vida útil de la prenda y su apariencia impecable.

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