¿Qué pasa si lavo las toallas con agua caliente? Esta es la temperatura exacta a la que debes poner la lavadora

Estos son los efectos de utilizar calor excesivo para la limpieza de los tejidos del hogar

No laves toallas a 30 o 40 grados: esta es la temperatura a la que debes poner la lavadora

No laves toallas a 30 o 40 grados: esta es la temperatura a la que debes poner la lavadora

Alejandra Carreño

Lavar las toallas con agua caliente no es lo más correcto, aunque el calor permita eliminar bacterias y manchas. En este artículo te contamos los riesgos de esta práctica y la temperatura exacta a la que debería poner la lavadora para conseguir una toallas limpias a la vez que suaves.

Efectos del agua caliente en las fibras de las toallas

Las toallas, principalmente fabricadas de algodón debido a su alta absorbencia y suavidad, son susceptibles al daño térmico. El algodón es una fibra natural que, aunque resistente, puede verse afectada por temperaturas elevadas. El agua caliente puede debilitar la estructura de la fibra de algodón, provocando que las toallas se desgasten más rápido y pierdan su textura suave.

Además, el lavado frecuente en agua caliente puede causar que las fibras se deshilachen, lo que genera un efecto de felpudo y da a las toallas una apariencia desgastada. La decoloración es otro problema observado debido a que los pigmentos utilizados en las fibras pueden desintegrarse más rápido bajo el calor.

Consideraciones sobre la temperatura del agua

Para minimizar los daños, se sugiere lavar las toallas con agua tibia en lugar de agua caliente. Según los expertos, una temperatura de lavado entre 40°C y 60°C es adecuada para eliminar la mayoría de las bacterias sin comprometer la integridad de las fibras de algodón. Incluso a estas temperaturas, el uso de un detergente eficaz puede garantizar una limpieza adecuada sin la necesidad de exceso de calor.

Recomendaciones generales para el cuidado de las toallas

Además de controlar la temperatura del agua, existen otros métodos para preservar la calidad de las toallas. Evitar el uso de suavizantes de telas es recomendable ya que estos productos pueden dejar residuos en las fibras, reduciendo su capacidad de absorción. En su lugar, el vinagre blanco puede ser un sustituto natural que ayuda a mantener la suavidad de las toallas. También es recomendable que las toallas se sacudan bien después del lavado para soltar las fibras y mantener la esponjosidad.

Conclusiones

El uso de agua caliente para lavar toallas puede tener ventajas en términos de higiene, pero es importante considerar sus posibles efectos adversos sobre las fibras. Manteniendo un equilibrio entre higiene y cuidado, se pueden extender la vida útil y la sensación de confort que ofrecen las toallas de calidad. Adoptar prácticas de lavado más cuidadosas no solo ayuda a preservar las toallas, sino que también contribuye a la sostenibilidad al reducir la necesidad de reemplazo frecuente.

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