Soy agente de emergencias SAMU y por esto no debes tocarte los granos: "podría causar la muerte"

Este hábito tan común puede provocar peligrosas infecciones

Soy agente de emergencias SAMU y por esto no debes tocarte los granos: "podría causar la muerte"

Soy agente de emergencias SAMU y por esto no debes tocarte los granos: "podría causar la muerte" / Freepik

Miriam Ordóñez

El "triángulo de la muerte" en la cara es una zona que abarca desde el puente de la nariz hasta las comisuras de los labios, formando un triángulo. Esta área es considerada peligrosa debido a la conexión directa de sus vasos sanguíneos con el cerebro. Aunque muchas personas tienen el hábito de exprimir granos sin pensar en las consecuencias, hacerlo en esta zona puede conllevar riesgos graves para la salud.

Miguel Assal, agente de emergencias SAMU, advierte sobre el riesgo de hurgar en los granos que aparecen en esta zona. Asegura que "el verdadero peligro es la vena angular, una vena sin válvulas que se dirige al seno cavernoso del cerebro". Por lo tanto, algo como estrujarte un grano en la nariz podría ocasionar una infección complicada.

Las venas en el triángulo de la muerte carecen de válvulas, lo que permite que cualquier infección se propague con facilidad hacia el sistema venoso cerebral. Esto significa que una bacteria que ingrese a través de una herida o una inflamación mal manipulada podría viajar rápidamente al cerebro y causar infecciones severas.

Entre los problemas más graves que pueden surgir por la manipulación de granos en esta zona se encuentra la trombosis del seno cavernoso. Esta es una condición en la que se forman coágulos en una de las venas principales que drenan sangre del cerebro, lo que puede provocar inflamación, fiebre, dolor de cabeza intenso e incluso problemas neurológicos.

Otra posible complicación es la meningitis bacteriana, una infección que afecta las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Esta enfermedad puede ser potencialmente mortal si no se trata a tiempo. Además, existe el riesgo de desarrollar abscesos cerebrales, que son acumulaciones de pus dentro del cerebro debido a una infección no controlada.

Otros problemas que pueden ocasionarse

Más allá de los riesgos graves, exprimir un grano en esta zona también puede generar problemas estéticos y dermatológicos. Al presionar un grano, se puede empujar la bacteria y el sebo más profundamente en la piel, lo que provoca una inflamación mayor y aumenta la posibilidad de que la zona se infecte. Además, la manipulación inadecuada puede llevar a la formación de cicatrices permanentes o manchas en la piel, lo que resulta difícil de tratar posteriormente.

Otro problema asociado con exprimir granos es la propagación del acné. Cuando una persona revienta un grano, las bacterias y la grasa en su interior pueden extenderse a otras áreas del rostro, generando más brotes. Además, si se tocan los granos con las manos sucias, se pueden introducir más bacterias en la piel, agravando la inflamación y el riesgo de infección.

Cómo cuidar los granos

Cuidar los granos de la cara es fundamental para evitar infecciones, inflamaciones y cicatrices. En lugar de exprimirlos, es importante adoptar hábitos saludables que ayuden a reducir su aparición y acelerar su curación de manera segura.

Uno de los pasos clave es mantener una buena higiene facial. Lávate la cara dos veces al día con un limpiador suave que elimine el exceso de grasa y suciedad sin irritar la piel. Evita jabones agresivos que puedan resecarla, ya que esto puede estimular la producción de más sebo.

El uso de tratamientos tópicos es muy efectivo. Ingredientes como el ácido salicílico, el peróxido de benzoilo o el ácido glicólico ayudan a reducir la inflamación y eliminar las bacterias que causan el acné. También es recomendable aplicar cremas hidratantes libres de aceite para mantener el equilibrio de la piel.

Otro aspecto importante es no tocar ni exprimir los granos, ya que esto puede propagar la infección y causar cicatrices. En su lugar, usa compresas tibias para ayudar a que el grano drene de manera natural. Cuanto menos se toquen los granos, más rápido desaparecerán.

Llevar una alimentación balanceada también contribuye a la salud de la piel. Reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y aumentar la ingesta de frutas, verduras y agua ayuda a mantener la piel en buen estado.

Finalmente, si los brotes son persistentes o severos, es recomendable acudir a un dermatólogo, quien puede recetar tratamientos específicos según el tipo de piel y la causa del acné.

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