Alessandro Lequio ya no se esconde y hace pública su relación con Terelu Campos: "Uno lo nota"

El polémico colaborador televisivo se confiesa en Vamos a ver

Alessandro Lequio y Terelu Campos

Alessandro Lequio y Terelu Campos

F. L.

Uno de los romances que parece haberse fraguado entre las bambalinas de los platós es el de Terlu Campos y Alessandro Lequio. Tras años en el ostracismo, uno de los protagonistas ha dado un paso al frente y se ha confesado sobre el vínculo que tuvieron y sobre la verdad o no de este rumor que corría por los pasillos de los platós en los 90.

Y es que según Enrique del Pozo, el motivo de la enemistad de ambos es otro: "Ella siempre estuvo enamorada de Lequio (...) No me parece mal que le gustase Lequio. Él es uno de los tíos más guapos, con un cuerpazo, pero él no le correspondió". 

A esto, Lequio no ha tardado en pronunciarse "Eso es directamente absurdo", respondía el aludido y añadía que no alberga dudas: "Uno nota cuando alguien tiene cierto interés y yo nunca noté nada". Además, recordando las parejas que ha tenido Terelu hasta ahora, comentaba: "Las hemos conocido y yo no tengo nada que ver con ninguna de ellas... Además, una de mis máximas hace referencia a lo que no hay que no hay que meter en la olla".

Trayectoria

Alessandro Lecquio es licenciado en Historia por la Universidad de Turín (1986). Formó parte del cuerpo deportivo de la policía italiana, denominado Fiamme Oro. Poco después de casarse con Antonia Dell’Atte dejó su trabajo en la policía para pasar al departamento de actividades internacionales de la empresa automovilística FIAT. Su primer destino, en mayo de 1989, fue Varsovia, siendo enviado un año después a Madrid, como adjunto del presidente de FIAT Ibérica, Paolo Annibaldi. La periodista Ruth Baza, en la biografía que escribió sobre Alessandro Lecquio, describía este puesto como "vacío de contenido porque no tenía secretaria, valorado en unas 300.000 pesetas y conseguido a través de influencias" –el dueño de FIAT, Gianni Agnelli, era íntimo amigo de su madre Sandra y tío materno de su primo Giovanni Torlonia.

En 1992 fue despedido de su trabajo en FIAT. Posteriormente pasó a ganarse la vida dando clases de defensa personal en un gimnasio instalado en 1993 por la familia de su entonces pareja, Ana Obregón, en la madrileña calle de Serrano –el gimnasio quebraría y acabaría cerrando en 1995. A su vez, comenzó a conceder entrevistas exclusivas en la prensa rosa y a intervenir en programas de televisión. Preguntado por Ruth Baza acerca de la comercialización de su vida personal en los medios, Alessandro Lecquio contestó con las siguientes palabras textuales:

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