El desgarrador testimonio de las gemelas de "First Dates" sobre su enfermedad: "Me arañaba el brazo y me daba cabezazos de la ansiedad"

"Es como tener una radio o una lavadora continuamente en la cabeza", coinciden las hermanas

Todo lo que debes saber sobre las gemelas de First Dates: edad, orígen, enfermedad...

Todo lo que debes saber sobre las gemelas de First Dates: edad, orígen, enfermedad... / Cuatro

Cristina y Marisa Zapata, las conocidas gemelas de First Dates, no sólo comparten ADN, sino también enfermedad. Y no se esconden. Al contrario, han decidio visivilizarlo. Hasta el punto de que dan conferencias en asociaciones con personas con la misma enfemerdad que ellas.

Las gemelas sufren TOC, el Trastorno Obsesivo Compulsivo más común. Lo contaron en una visita al programa Fiesta, de Telecinco. Allí se abrieron ante Emma García y le contaron que llegaron a tener pensamientos suicidas. “Se puede salir, ese es el mensaje que queremos transmitir, pero hay que ponerse en manos de profesionales”, aseguraron entonces.

¿Cómo afecta su enfermedad a First Dates?

Sobre su enfermedad han hablado largo y tendido en una conferencia para la Asociación de personas con TOC de Granada. "Empezamos desde pequeñas con manías y cosas raras que no sabíamos lo que eran", confesaron. Hicieron sus estudios y la vida seguía sin saber exactamente qué les pasaba. Su transtorno consistía en contarle a su hermana absolutamente todo con pelos y señales. "Nos llamábamos para contar cosas absurdas y molestar a la otra", explican. Sus parejas se extrañaban de que se llamasen tantas veces cuando no estaban juntas para contarse tonterías.

El gran golpe llegó cuando Marisa "entró en bucle". Ella misma confiesa que su vida "se apagó" y no quería salir ni relacionarse con nadie porque se obsesionaba mucho con todo. "Es como tener una radio o una lavadora continuamente en la cabeza", coinciden.

Y llegó First Dates. Felices de formar parte de un programa de éxtio, Marisa confiesa que al llegar a casa su vida era "un infierno". Su hermana, en cambio, llegaba con tanto estrés que por las noches se despertaba chillando "no aguanto más".

Trabajaron sin decirles a nadie el problema que tenía Marisa, que en un principio era la más afectada por el TOC. "Llegaba un momento que mi ansiedad era tal que me arañaba el brazo y me daba cabezados contra los armarios", confiesa Marisa.

Las hermanas se han sometido a una terapia conductual y se encuentran mucho mejor. Su mensaje es de esperanza para todas las personas que sufren TOC como ellas.

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