Álvaro Fernández, farmacéutico: “Tu cepillo de dientes podría estar saboteando tu recuperación tras la gripe”

Un simple cambio de cepillo puede ser la clave para no recaer tras una gripe

Álvaro Fernández, farmacéutico: “Tu cepillo de dientes podría estar saboteando tu recuperación tras la gripe”

Álvaro Fernández, farmacéutico: “Tu cepillo de dientes podría estar saboteando tu recuperación tras la gripe”

Jimena Vega

¿Quién no ha experimentado la pesadilla de un resfriado que se alarga más de lo esperado? La fiebre, los mocos, la tos… ¡y por fin, la tan esperada mejoría! Sin embargo, antes de lanzarte a celebrar y pensar que el malestar ha quedado atrás, hay un detalle muy importante que podrías estar pasando por alto. ¿Sabías que tu cepillo de dientes podría ser tu peor enemigo después de haber estado enferma? Así lo advierte el farmacéutico de TikTok, @farmaceuticofernandez.

El inesperado culpable de tu recaída: tu cepillo de dientes

Después de días de fiebre y dolor de garganta, muchas veces creemos que, al superar los síntomas visibles del resfriado, ya estamos fuera de peligro. Pero lo cierto es que hay un riesgo invisible que puede estar acechando en tu baño: los gérmenes que persisten en las cerdas de tu cepillo de dientes. Y es que, después de una gripe, un resfriado o incluso COVID, los virus y bacterias pueden sobrevivir durante días en tu cepillo, esperando su próxima víctima: tú.

Cada vez que te cepillas los dientes, sin darte cuenta, estás volviendo a exponer tu cuerpo a esos mismos virus que creías haber vencido. La conclusión es clara: el cepillo de dientes podría estar saboteando tu recuperación.

¿La solución? Tan fácil como cambiar de cepillo

No, no estamos exagerando. El consejo del farmacéutico es rotundo y sencillo: cambia tu cepillo de dientes después de haber estado enferma. Aunque muchos piensan que basta con desinfectarlo, lo cierto es que el proceso de desinfección completo no es tan sencillo. Además, es un gasto mínimo en comparación con los posibles días extra de malestar que podrías experimentar por no haberlo hecho.

Un cepillo de dientes nuevo es barato, y más vale prevenir que lamentar. Tira el antiguo y empieza con uno limpio, libre de gérmenes, que contribuirá a tu recuperación y al bienestar de los que te rodean.

El gesto que te agradece tu sistema inmunológico

No subestimes lo que parece un gesto insignificante. Cambiar tu cepillo de dientes es un pequeño paso que puede ahorrarte días de tos, dolor de garganta y congestión. Y lo mejor de todo, es que tu sistema inmunológico lo agradecerá, así como aquellos que comparten espacio contigo.

Tras un resfriado, un simple cambio de cepillo puede ser la diferencia entre una rápida recuperación y una recaída. Así que no lo pienses más: ¡hazlo por ti, por tu salud y por los que te rodean! Y, si lo piensas bien, ¿quién no quiere empezar de nuevo con un cepillo fresco y libre de gérmenes? ¡Este pequeño gesto puede hacer mucho por ti!

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