Esta información ha sido elaborada por J. C. GALÁN S. ARIAS, M. CAVIA y C. BASTEIRO

Los asturianos son, junto con los extremeños, los españoles más dados a los placeres de la vida. Según el estudio de Javier Barraycoa, profesor de Sociología de la Universidad de Barcelona, sobre 8.351 entrevistas, los habitantes del Principado son gentes dadas al placer, pero a la hora de ordenarlos por importancia salen así: la comida, en primer lugar, seguida de la familia, viajar y el chocolate. El sexo aparece en quinto lugar. ¿realmente preferimos fartucarnos antes que retozar?

El gaitero José Ángel Hevia tiene dudas. «O bien los asturianos tenemos una gastronomía de gran calidad o bien un sexo de baja calidad». A la pregunta de qué es lo que él prefiere, responde con meditada indefinición: «Yo prefiero darle gusto al cuerpo». Otro músico, David Feito, d «El Sueño de Morfeo» bromea sobre el tema: «Los dos son auténticos placeres, son importantes y cuando no puedes disfrutar de uno te contentas con el otro».

El columnista y escritor gijonés o, mejor dicho, playu Ladislao de Arriba se muestra un poco escéptico con el estudio. «No me fío yo mucho. Depende de a quién le hayan preguntado. Si le preguntan a un octogenario senil, que ya ha olvidado la teoría, la práctica y la filosofía sexual dirá que prefiere el chocolate y comer. Si le preguntan a un chaval de 16 o 17 años, que es un tarzán sexual... Todo depende», explica. Y añade, no obstante, «que los asturianos estemos en un lugar señero por la gastronomía es normal, somos una región de jartones».

Pero ¿qué dicen los sexólogos? «La encuesta lo que demuestra es que a los asturianos nos gusta mentir», afirma el sexólogo Iván Rotella. «A nosotros, como a casi todo el mundo, nos gusta el sexo por encima de todas las cosas. Lo que sí hacemos es intentar llevarnos premio a través de una invitación a comer o a cenar. La manera en la que la gente come dice mucho de cómo se puede comportar en la cama. Es una buena pista», asegura el sexólogo avilesino. Rotella aporta, además, una alternativa mixta. «Lo ideal es compaginar las dos cosas. Lo importante del sexo es que funcionen todos los sentidos, el gusto también».

Según el mismo estudio, las españolas prefieren experiencias ligadas a la relajación, mientras que los hombres optan por placeres que les permitan autorrealizarse. Para la cantante ovetense Cristina del Valle está claro: «Las mujeres disfrutan de forma diferente del placer. Los hombres buscan cubrir sus necesidades básicas para satisfacción personal. Pretenden obtener placer de la forma más fácil y sencilla. Los hombres buscan mucho más el placer rápido y no compartido». Para del Valle, «el placer de compartir es mejor y es de lo que más disfrutan las mujeres». El mago ovetense Anthony Blake también tiene algo que decir al respecto. Tiene una teoría: «Las mujeres son más intuitivas que los hombres. Quizás esté ahí la clave de la diferencia. Las mujeres disfrutan dos veces, cuando lo ven venir y cuando lo experimentan».

Los hosteleros también tienen su opinión. «Con la de gases que dan les fabes y la sidra, a ver quién te aguanta luego cuando quieras pasar a la acción. No puedes ni movete», comenta Carlos García, propietario del bar El Cafetón, de la calle del Sol de Avilés. Juan Rivero, del restaurante La Tataguya, sostiene que «Asturias nunca fue un referente sexual. Estamos más acostumbrados a comer».

Amado Alonso, jefe de cocina de La Venta del Jamón, confiesa: «Me gustan las dos cosas a tope. Prefiero una comida y una buena mujer después, pero las dos por igual».

Rafa Calzón, camarero de una popular sidrería en el barrio de Requejo de Mieres, también lo tiene claro: «Si me ponen un chuletón o una buena moza, el sexo va primero». Para este hostelero, natural de Mieres, lo bueno de la comida es que «se puede disfrutar sin compañía», y el sexo, «para que esté bien hecho», tiene que ser cosa de dos. Justo en el bar de al lado Alejandro Cabeza empieza a servir menús. El joven no lo tiene tan claro como su colega. «¿Sexo o comida? Son placeres distintos y los dos muy necesarios. Nadie debería elegir, porque son cosas que se complementan a la perfección». Como ejemplo, Cabeza asegura que desde la barra han visto «parejas que se meten juntas en el baño para intimar, mientras que les espera en el comedor de arriba una buena cena».

El gaitero maliayés José Ángel Hevia se pregunta si la preferencia por el yantar se debe a que «los asturianos tenemos una gastronomía de alta calidad o un sexo de baja calidad»