Hay que ver y remontar el Navia, un gran azul occidental que discurre encajonado pero siempre titánico -pese a las bridas de los embalses- allá al fondo del paisaje que se divisa desde la carretera AS-12 entre Boal y Grandas de Salime. Hay que atender las caligrafías del Navia serpenteante, como se le ve en esta imagen tomada desde la carretera que va a Froseira (Boal).