Una locura a pedales

Los 170 participantes en la maratón cicloturista Madrid-Gijón-Madrid, entre ellos el ex lendakari Ibarretxe, tienen 90 horas para cubrir un recorrido de 1.220 kilómetros

Una locura a pedales

Una locura a pedales

Cangas de Onís, J. E. CIMA

Los 170 cicloturistas de participan en la maratón Madrid-Gijón-Madrid, de 1.220 kilómetros de recorrido, cumplieron en la medianoche de ayer 26 horas de recorrido, cuando llegaba a la meta gijonesa el primero, José Luis Ruiz. Pasadas las diez y media de la noche, sólo había arribado a Cangas de Onís medio centenar de estos esforzados, procedentes de España, Estados Unidos, Francia, Italia, Australia y Alemania.

Algunos querían llegar a Gijón para poder dormir al menos unas horas en el polideportivo de La Guía, pero otros ya habían optado por quedarse en el control de Cistierna, en el kilómetro 432, o una gran mayoría en Cangas de Onís. El grupo asturiano, de once integrantes, en su mayoría de la Sociedad Cicloturista Asturiana, llegaba a las nueve y media de la noche a Cangas con la intención de seguir hasta Gijón, adonde tenían previsto arribar sobre las dos y media de la madrugada, tras tomar unas bebidas energéticas y unos bocadillos de lomo y queso. Algunos dormirían en sus casas y arrancarían después, a las nueve de la mañana, rumbo de nuevo a Madrid.

Esta segunda edición de la maratón cicloturista obliga a cubrir los 1.220 kilómetros en un máximo de 90 horas, aunque algunos pueden emplear sólo 61 horas en cubrir el recorrido, como ocurrió en la edición precedente. Cada participante busca perder el menos tiempo posible, robándoselo incluso al sueño. Como circulan mucho tiempo en horario nocturno, los cicloturistas llevan luces especiales, para evitar accidentes.

En estas primeras 26 horas, los ciclistas tuvieron que soportar temperaturas que hasta 42 grados en el paso de Guardo a Cistierna. El calor hizo que las fuerzas mermaran y se llegara con notable retraso a los puntos de parada previstos.

Uno de los participantes que se tomó la marcha con más tranquilidad fue el ex lendakari vasco Juan José Ibarretxe, que iba acompañado de un ciclista de fuerte complexión que le sirve además de guardaespaldas. Debido a la corpulencia de su acompañante de seguridad, Ibarretxe circuló más despacio de lo que en él es habitual, ya que se trata de un gran aficionado al ciclismo que de hecho compitió en categoría de aficionados junto con Juan Fernández, que después fue campeón de España y medalla en los mundiales como corredor profesional. A las ocho de la tarde llegaba Ibarretxe a Cistierna, pero pasadas las once de la noche aún no había aparecido por Cangas de Onís.

Tracking Pixel Contents