Oviedo,

Marta LLORENTE VIDAL

Villa vive su espectacular Mundial. Toda Asturias está pendiente del jugador de Tuilla, toda España tiene los ojos en sus piernas y en sus goles, y el mundo mira de reojo este pedazo de artillero de la Roja que puede ser el número uno en Sudáfrica. Mientras todo esto ocurre, su pareja y esposa, Patricia González, vive la situación discretamente. Eso sí, ella de esto entiende ya que jugó al fútbol en un equipo de La Felguera.

Patricia y Villa llevan juntos desde los 17 años compartiendo una relación que ha acabado en matrimonio con dos hijos, Zaida y Olaya, este último nombre puesto en honor de la mujer de Fernando Torres, con quien entablaron una gran amistad en la Eurocopa que ganó España en Austria. Las mujeres de los dos futbolistas forjaron su actual amistad como espectadoras, tanto en los entrenamientos como en la tensión compartida por ambas en los partidos de la Eurocopa de hace ahora dos años.

Desde que Villa se convirtiera en estrella viajando por todas las partes del mundo, tanto con la selección como con el Valencia CF, su club hasta esta temporada, utiliza continuamente el ordenador portátil para comunicarse con su familia, principalmente con su mujer e hija mayor. Se extrañan.

En 2003, hace ahora siete años, la pareja contrajo matrimonio en La Felguera. Patricia decidió dedicarse a su marido, aumentar la familia y ver progresar a su esposo como estrella mundial del fútbol. Al Villa familiar se le ve muy a menudo con su hija mayor, Zaida, pero siempre tiene a Patricia en su cabeza: «Mi mejor fichaje», dijo el goleador cuando se casó.

La esposa del delantero de la selección española ha preferido seguir el Mundial desde su casa. Esta vez la mujer del jugador decidió quedarse con sus dos hijas y disfrutar de alguna escapada a Asturias. Hace unos días fue vista disfrutando de las fiestas de La Felguera (de donde es natural), acompañada de los padres del jugador.

Para muchos, el siete de España es uno de los mejores delanteros en el mundo del fútbol y para su mujer seguro que también, aunque Patricia es muy discreta; apenas ha hecho declaraciones a los medios de comunicación sobre su marido. Los que más la conocen aseguran que es una persona muy cauta y que huye de la fama que le otorga ser la esposa de una gran estrella futbolística.

Actualmente, la familia Villa González vive en Valencia, pero esto será por poco tiempo ya que el jugador ha fichado recientemente por el Barcelona. La pareja ya está buscando vivienda en la Ciudad Condal. La estancia del jugador en la capital catalana no se prevé corta. Villa ha fichado por cinco temporadas con opción a una más.

La mujer de Villa se aleja del patrón de otras compañeras de famosos del mundo del balón. No le gusta emperifollarse y usa ropa casual y deportiva.

Patricia González apoya al delantero asturiano también en la parte deportiva. Ella también tuvo sus días de fútbol. Concretamente, jugó de lateral derecho en el Santo Tomás de La Felguera y abandonó la práctica del deporte para poder seguir a su marido más de cerca. Se preocupa por la imagen de Villa más que el propio futbolista. Y es ella quien le elige la ropa y le aconseja sobre su forma de actuar y expresarse en el campo, ya que es consciente de que todas las miradas están puestas en El Guaje, y más después de haber atraído los focos del Mundial de Sudáfrica. Precisamente, mientras él está centrado en hacer bien su trabajo como goleador, Patricia se concentra en controlar todas las informaciones que los periódicos y las revistas publican sobre David Villa.

Lo hace con un celo especial, atenta a lo que pueda significar una intromisión en su vida. La mujer del jugador asturiano quiere para ella y para su familia una vida alejada de la popularidad y la fama que caracterizan a otras parejas del fútbol.