Soto del Barco / Castrillón,

Ignacio PULIDO

La Senda Norte inicia sus pasos en Castrillón apadrinada por el castillete de la mina de carbón de Arnao. A lo largo de unos diez kilómetros de longitud, el sendero de la costa atraviesa varias playas y serpentea a través de los acantilados de Bayas. Una vez en Soto del Barco, la ruta se interna en El Castillo, pequeño pueblo marinero y dirige su curso hacia San Juan de la Arena. El camino supone un reencuentro con la Arcadia soñada por Rubén Darío o Sorolla y con los albores industriales de la comarca avilesina.

El tramo de la Senda Norte castrillonense tiene su punto de partida a los pies del «pozo güelo» de Arnao. El castillete permanece impertérrito mientras el senderista camina sobre la tierra horadada por las galerías de la mina castrillonense que, actualmente, es objeto de un fuerte impulso de puesta en valor. No obstante, este ímpetu contrasta con las dificultadas que el caminante se encuentra en los primeros metros del trazado costero. Y es que la maleza inunda casi por completo uno de los ramales que conducen a las viejas instalaciones mineras.

No obstante, una vez se corona en las estribaciones de la rasa litoral, el camino asfaltado facilita el paseo. Tras superar el mirador de Las Arribas, la senda se topa de bruces con la isla de La Ladrona, sita en la localidad de Santa María del Mar y en torno a la cual gira una macabra leyenda. No en vano, la cultura popular acertó en llamar así a este islote porque en sus alrededores solían aparecer los cuerpos inertes de los ahogados.

Leyendas aparte, la Senda Norte se hace partícipe de la historia más reciente apenas un centenar de metros más adelante. Sobre su trazado, se alza un nido de ametralladoras construido por los republicanos durante Guerra Civil para proteger la playa de Santa María del Mar de cualquier intento de desembarco. Mientras, abajo, en el arenal castrillonense, los bañistas disfrutan de un chapuzón en el Cantábrico, ajenos a estos peculiares derrelictos.

Tras atravesar Santa María del Mar, la senda asciende hasta el mirador del Escayu, el cual antecede a las playas de Bahínas, Munielles y El Reguero. Cabe señalar que en esta etapa la ruta coexiste en varios tramos con el tráfico rodado, por lo que es recomendable extremar las precauciones. El trazado recupera su independencia en el núcleo de Peñarrubia, desde donde se parte hacia el cabo Vidrias, lugar desde el que, en días despejados, es posible ver la desembocadura de la ría de Avilés, el faro de San Juan e incluso el Cabo Peñas.

Siguiendo el camino marcado por la senda se alcanzan las antiguas instalaciones de la Real Compañía Asturiana de Minas donde se extraía la cuarcita empleada en los crisoles de fundición del cinc. Actualmente, se pueden observar varios inmuebles que, un día, albergaron un observatorio ornitológico, cuyas instalaciones presentan actualmente un estado deplorable. Asimismo, aún es posible observar los restos de un antiguo montacargas con el que se subía el mineral desde la playa de Malabaxada, antaño uno de los rincones preferidos por el pintor Sorolla durante sus estancias en el bajo Nalón.

Sin embargo, la estampa más espectacular de todo el trazado se encuentra dos centenares de metros más adelante: la isla de La Deva. Este islote, el más grande del litoral asturiano, recibe su nombre de una deidad prerromana vincula al agua y ha sido declarado monumento natural. Acompañado por la majestuosidad de la isla, el camino desciende suavemente hasta el playón de Bayas, donde toca a su fin.

Una vez en este punto, el caminante tiene la opción de atravesar los tres kilómetros del playón y enlazar con el arenal sotobarquense de Los Quebrantos. Para ello, cuenta con un mirador que conecta ambas playas en la zona conocida como El Pozaco. Finalmente, el último tramo de la Senda Norte en Soto del Barco parte de la calle Bajamar de San Juan de la Arena y concluye en el pueblo de El Castillo a los pies de su recinto amurallado.

Aún se observa un montacargas en el que se subía el mineral de la Real Compañía Asturiana de Minas

Características

La ruta costera entre Arnao y el playón de Bayas tiene una distancia de diez kilómetros. El horario estimado para cubrir toda su longitud oscila entre dos y tres horas. Una vez en Soto del Barco, la Senda Norte posee un ramal que conecta El Castillo con San Juan de la Arena y cuya longitud es de unos dos kilómetros.