Un afilador gallego de mediados del siglo XIX se sube al escenario de «A ver la ballena». Al público gijonés la presentación le resultó al principio un poco extraña ya que aunque este oficio es bastante conocido son pocos los que a día de hoy lo practican.

«Hola soy el Mago Teto y mis antepasados se dedicaban a trabajar como afiladores». Así comenzaron las presentaciones frente al público gijonés que ya no se asombró tanto al ver una rueda de afilar encima del escenario de los Jardines de la Reina. «Teto» fue el invitado por la Autoridad Portuaria para amenizar la tarde durante una de las últimas jornadas del programa «A ver la ballena» que finalizará hoy.

Su espectáculo combina teatro, juegos clásicos de magia e interacción con el público y no dejo indiferente a nadie. Varios fueron los «ganchos» que este gallego utilizó para poner a prueba su mágico talento.

Diego Fernández, de 7 años comenta que «me gusta mucho, es muy divertido». Mientras que David Rodríguez de 10 años asegura que «lo de la sangre daba un poco de miedo pero como en realidad se que todo es mentira y al final se me pasa el susto».

Algunos padres se quejaron del mago «Teto» ya que este gallego irreverente utilizó durante su actuación algunos juegos de palabras que pese a que la mayoría de los niños no entendieron, no se escaparon al entendimiento de los padres. «No me parece un espectáculo para niños; sí, vale, tiene magia pero no es adecuado», sentencia una de las madres en alto.

Aún así el mago «Teto» lo tiene claro. «Mi espectáculo es para niños. Me voy adaptando según las necesidades de cada público», asegura.

Pese a la opinión de los padres, hay que reconocer que este gallego gustó mucho a los niños. Cuando terminó su actuación fueron muchos los pequeños que se acercaron a él para que les autografiarse el programa de «A ver la Ballena».

Lo que la magia significa para el mago «Teto» es mucho. El ilusionista reconoce que la magia es «una droga sana que una vez que descubres no puedes parar de consumir». De Gijón, «Teto» comenta que «he venido de fiesta. A actuar un par de veces y pese a los kilómetros merece la pena».

Sencillamente, así es el mago gallego «Teto» un mago peculiar y bastante afilado.

«La magia es como una droga sana, en cuanto la descubres no puedes parar de consumirla», asegura el mago