Lorient,

Sara ARIAS, enviada especial de LA NUEVA ESPAÑA

«Es el Nobel de la gaita». Cuenta Jesús Fernández que la Wikipedia, la omnipresente enciclopedia en la red de redes, define así al «McCrimmon», la prueba reina. Este concurso para gaiteros es el máximo galardón que se puede conseguir en solitario. Hoy, Fernández intentará llevarse a casa el premio gordo, pero enfrente tendrá a los hermanos Joglar, Andrea y Rodrigo, y al bicampeón en este certamen, Rubén Alba. Por si fuese poco, la lucha no dependerá sólo de la representación asturiana, sino que tendrán que competir además con otros cuatro gaiteros gallegos, entre otros.

El más veterano de todos es Rubén Alba, quien ya puede decir cómo es saborear el «McCrimmon», aunque para él siga siendo el «McCallan». Recién levantado de la siesta, el viaje no le ha dejado tiempo ni para descansar, recuerda cuando empezó a tocar: «Mi profesor era Tejedor, que por aquel entonces estaba ganado el premio», afirma. Lo que nunca se imaginó Alba era que un día él se alzaría con el premio y lo hizo por partida doble: «Si lo pienso no lo asimilo, es lo más que puedo ganar con la gaita».

Los nervios no quitan el sueño al director de la Banda de Gaitas Villa de Avilés, sino «el compromiso y el respeto que siento por este premio».

El gaitero, a pesar de llevar 10 años compitiendo, ve que las nuevas generaciones pisan fuerte. «Hay gente joven que es muy buena, alumnos de gaiteros con los que ya competí, pero puede que den la campanada o que sean una caricatura», comenta. Lo que tiene claro el experimentado gaitero es que si gana se va a pillar «un buen pelotazo».

Uno de los representantes de esas nuevas caras que soplan con brío es Jesús Fernández, que con 18 años vuelve por segunda vez al concurso. «El año pasado quedé séptimo, venía con el objetivo de no quedar el último», comenta. Y así fue, por lo que este año puede que suba unos cuantos puestos, pero Fernández no se lo cree del todo. Ni se ve arriba ni abajo: «Ni más ni menos que como todos, puedes tener un buen día o malo, que las primeras sensaciones sean buenas?».

¿Nervios? Parece imposible: Fernández aparenta ser un chico tranquilo, sentado en una terraza de una localidad como es la francesa de Lorient tomando una cerveza todavía no tiene el gusanillo subiendo por la garganta. «Ahora no estoy nervioso ni nada, pero mañana igual sí», explica. El gaitero ovetense cree que lo que estaría realmente bien es que «el premio sea para un asturiano, que llevan los gallegos ganando tres años seguidos». Y eso duele.

Lorient,

Sara ARIAS

«La Collá Propinde», el grupo de Pola de Lena, abrió anoche en el llamado Espacio Bretaña los actos de la delegación asturiana en Lorient con un concierto en el que mostraron lo mejor de su último disco, «A Teyavana», aunque por supuesto sin olvidar los grandes temas que son seña de identidad de la banda, como «El emigrante».

Previo paso por el escenario, los seis componentes de «La Collá Propinde» dieron una rueda de prensa en el Palacio de Congresos de Lorient, donde se definieron como «un grupo militante lingüístico, pero no político». Los asturianos querían hacer sonar su «folk de actualidad» y están decididos a «enganchar a las nuevas generaciones con su mezcla de música tradicional y sonidos urbanos».

Mañana, domingo, también tendrá lugar en la localidad francesa sede del festival el tradicional Desfile de las Naciones. La delegación asturiana está compuesta por dos bandas de gaitas («Noega» y «Llariegu»), el grupo de baile «Andecha Folklor», más los cuatro gaiteros del «McCrimmon», y el gaitero Iñaki Sánchez, entre otros.