5.ª de abono. Más de tres cuartos. Toros para rejones de Luis Terrón -despuntados- y cuatro de José Vázquez para lidia a pie. Demasiado justos de presentación. El 3.º por debajo del límite. Bueno el 1.º. Hermoso de Mendoza, rejón muy trasero y dos descabellos (ovación con saludos). Uceda Leal (champán y azabache) estocada (oreja) y estocada (silencio). Cayetano (marfil y oro) estocada atravesada (oreja) y media caída y trasera (oreja tras aviso).

Después de comentar de Almendralejo fueron muchos los que recriminaron que sólo hablara de uno. En Canarias, ni chico ni armónico, me dijo otro. Si nombras a uno y a otro no, quedas mal. Así que vamos a hablar de los tres toreros para no quedar mal.

En la corrida mixta siempre hay mucha expectación con los caballos que están calentando antes del festejo. Hermoso de Mendoza tiene una cuadra impresionante y perfectamente domada. Además va renovando su «equipo» cada día. Al primer toro de la tarde lo recibió con un equino que debutaba. Le puso dos rejones de castigo. Uno de los caballos estrella de su cuadra es «Chenel». Gustaron mucho al público sus andares de lado con el toro muy pegado. Además toro idóneo por bueno y por transmisor. «Ícaro» se los deja llegar y ayuda al caballero para clavar en todo lo alto dejando un tiempo extra en el encuentro. La perfección con que ejecuta la suerte hace a Pablo un torero a caballo. Para las banderillas cortas utilizó a «Pirata». El rejón se fue trasero, muy trasero, y Hermoso saludó una ovación. El cuarto de la tarde -por cierto, un toro con crotales es horrible- salió más parado y manseó. Terminó por aquerenciarse y los auxiliares tuvieron que sacar el toro para afuera. Con «Curro» sólo clavó un rejón de castigo y volvió a simular la suerte. Otro de los caballos nuevos de su cuadro, «Machado», toreó con la grupa al de Luis Terrón. La sorpresa y alegría de la tarde fue ver que «Patanegra» está totalmente recuperado del percance del año pasado. No ha perdido el sitio y sigue tan torero como siempre. Le perdió pasos al toro y quebró muy bien para clavar arriba. Para matar volvió a repetir caballo y también erró con el rejón. Esta vez sí le dieron la oreja.

La lidia a pie tuvo dos partes. Una en la que cortaron una oreja por coleta y otra en la que casi se cortan las venas los entendidos de El Bibio. El segundo del encierro, éste ya de José Vázquez, fue manso. Uceda lo dejó en el caballo con una media muy bonita y Cayetano lo fue a buscar para hacerle el quite correspondiente. Tafalleras y larga cordobesa de remate. Respondió con unas bonitas gaoneras el torero titular.

Brindó al público Uceda y se lo sacó muy pinturero. Después de dos tandas por el derecho consiguió templar la embestida de su antagonista y dejó un par de buenos derechazos. Por el izquierdo le costaba un mundo. Al final toro parecía tener más chispa y Uceda estuvo a gusto. Con el circular finiquitó la faena. Lo mejor la estocada con que tumbó al toro. Oreja a ley.

En el quinto, manso y aquerenciado, no se pudo hacer nada. Sacarle medio pase a ese toro ya era mostrar al público más de lo que tenía. La estocada, otra vez efectiva. «El rey de espadas» como dice su apoderado. Hoy pintó bastos y fue silenciado. Preparen las copas para mañana.

Carretero, José Antonio de nombre, paró muy bien al toro con el capote y bregó estupendamente al tercero de la tarde. Es lamentable que se pite a uno de los mejores toreros de plata del momento por trabarse al saltar al callejón. Pese a la poca fuerza se le pegó al toro. No vaya a ser que luego se moviera. Se quedaba corto, el toro, en su embestida por el pitón izquierdo. La planta de Cayetano es de torero innegablemente. Tiene sus pinceladas aprendidas e intenta gustarse. La estocada se fue caída y atravesada. La primera oreja, la que da el público, llegó.

Con el sexto estuvo mejor, vale. Lo lanceó a la verónica y su bonita revolera. Precioso y de torero, que ya van bastantes los que he visto de él este año, dejar que el sobresaliente -los hay mucho peores toreando día tras día- hiciera un quite al sexto de la tarde. En agradecimiento al gesto Álvaro le pegó una verónica.

Lo mejor de Cayetano son los remates a las tandas, con la mano suave y la muleta baja. El toro se abre en cada pase porque él no los cierra y no los embarca para el siguiente. Estuvo muy listo cuando vio que el toro se moría por acercarse a las tablas. Poco a poco lo fue muleteando hasta dejarlo cerca para aprovechar su embestida aquerenciada. El circular a favor de querencia, para dentro, terminó de animar a un público con el objetivo muy claro. Se puso de rodillas para darle los últimos muletazos dándole salida hacia las tablas, donde más a gusto estaba el toro. Curro dijo que a matarlo y a por la espada que se fue Cayetano. Media trasera y caída y un descabello no fueron óbice para que los tendidos pidieran la oreja. Y una y una son dos: puerta grande.

A la muerte del sexto la gente comprobó que Morante de la Puebla había terminado su corrida en Dax. Lo más gratificante de la tarde de ayer, saber que hoy toreará en Gijón y también saber que en cuanto le embista un toro Uceda lo cuajará porque tiene mucha sed de triunfo. Y encima los mata. Sus dos estocadas merecieron dos orejas. Esas sí eran de puerta grande.

Cayetano tiene sus pinceladas aprendidas e intenta gustarse