Gijón, Ángel CABRANES

Los comienzos son difíciles y el nuevo giro de la programación de la Ciudad de la Cultura tuvo ayer un estreno con apuros. Primero, porque no logró alcanzarse el lleno que garantizó Kulteperalia para el concierto de Isabel Pantoja; segundo, porque la lluvia a punto estuvo de aguar la fiesta y tercero, porque el equipo de sonido traicionó por momentos el potente chorro de voz de la tonadillera. Aún así, Isabel echó el resto para agradar a los más de mil incondicionales que pagaron su entrada para verla. El resto del aforo estuvo completado por unos 600 invitados por José Luis Moreno. El aforo total era de 2.600 espectadores. La primera de las doce producciones anunciadas en la ciudad por el empresario madrileño midió la difícil tarea que significa pasar de la vanguardia, a intentar atraer un gran número de público al coliseo gijonés.

Decenas de curiosos se agolpaban al enrejado del patio Corintio de la Laboral, antesala del patio central, hora y media antes del concierto. El primer motivo era refugiarse de la lluvia mientras esperaban a que se abrieran las puertas, pero la casualidad hizo que fueran los primeros en ver a Isabel Pantoja. «Mira, mira, es ella», comentaban sorprendidas las visitantes más tempraneras. La tonadillera realizó las pruebas de sonido cuando la lluvia comenzó a caer con más fuerza, mientras esquivaba la fuerte brisa con un mantón de manila color hueso.

El chaparrón de verano cesó poco después, momento que aprovecharon los operarios de Recrea para trabajar a marchas forzadas para secar las sillas de plástico que acogerían la llegada del respetable. Media hora antes del recital, se abrió la entrada al público, que en función de su entrada iba distribuyéndose por zonas. Los invitados en los laterales, los que pagaron su localidad en la zona central.

«Señoras y señores, con ustedes, Isabel Pantoja». La voz que presentó a la artista fue la de José Luis Moreno, en una grabación que sirvió como introducción para la entrada de la artista. Vestido de flores y reverencia a sus fieles. «Nací en Sevilla» fue el título del primero de los temas que interpretó, donde se hicieron evidentes los primeros fallos de sonido. Zumbidos que de repente apagaban la voz de la sevillana, que buscaba con la mirada a sus técnicos.