Oviedo, Sara ARIAS

La Virgen de las Nieves ya podría tener sustituta. Todos los disgustos que ha acarreado a los amantes de la montaña la falta de la imagen de la Santina quizá tengan fin muy pronto. Desde su desaparición hace unos meses nadie ha tenido noticias sobre su paradero. Así, en vistas de que parece que la talla no va a regresar a su trono en la cumbre del Urriellu, los que aún siguen buscándola se están dando por vencidos y ya planean sustituirla por otra. Un joven escultor de Avilés, Ignacio Pérez Garrido, se ha ofrecido, de manera altruista, a realizar una réplica de la imagen que coronaba el Picu Urriellu hasta hace sólo unos meses. Sólo falta que este interés sea aceptado.

La noticia de la desaparición de la Virgen corrió como la pólvora en las últimas semanas. Así, Pérez, enterado del suceso, pensó que, ya que los responsables de la desaparición no daban señales de vida, sería buena idea realizar una réplica de la talla. Dicho y hecho. El joven artista se está poniendo en contacto con los responsables del refugio de Vega de Urriellu para saber si finalmente atenderán su ofrecimiento. «Leí las noticias y como me gusta el tema de la montaña y creo que el Picu Urriellu es un emblema, me gustaría hacer la réplica de la Virgen», asegura Pérez.

Pérez cursó estudios de restauración en la Escuela Superior de Arte de Asturias, con sede en Avilés. El joven artista practica tanto la talla en piedra como en madera, pero tiene claro que la réplica de la Santina debe ser «en caliza, por supuesto». Si su idea es llevada a cabo Pérez asegura que la talla será una «réplica exacta, igual que la que había, nada espectacular». Las razones que aporta el esculpidor para hacer la Virgen exactamente igual y no aportar nada de su creatividad propia es porque «es una escultura con una historia importante detrás, hay que respetar lo que había antes». Sobre todo esta decisión la toma por «el cariño que la gente le tiene a la imagen, no la vas a cambiar».

El taller de Pérez, en la localidad de Premió, en Las Regueras, será la fábrica donde se modelará la efigie de Nuestra Señora de las Nieves. El pedrusco del que partirá la escultura será extraído de la explotación cantera de El Fresno, en Arlós, Llanera. Pérez forma parte de la cuarta generación de canteros que inició su bisabuelo, por lo que lleva la piedra en la sangre. Además, el escultor ya tiene pensado cuál será el proceso de ejecución de la talla: «De un bloque haré sólidos capazos, es decir, los trazos más básicos, en plan cubista. Así vas aproximándote a cómo será finalmente».

Pérez calcula que si tiene la suerte de realizar la obra, la escultura podría rondar los «veinte kilos», aunque no cree que ni si quiera llegue a ser tan pesada. Si todo sale bien, el artista cree que puede tener la imagen de la Virgen terminada en poco tiempo. «Yo creo que al ser pequeña en una semana estaría hecha más o menos, o quizá podría tardar un poco más, pero no mucho», comenta. Pero Pérez no sólo está dispuesto a realizar la réplica de la Santina de manera altruista, sino que también se dispone con mucho brío a ser él mismo una de las personas que la suban. «Hombre, me prestaría por la vida subirla allí arriba», afirma.

Todavía no se sabe si será Pérez el encargado de tallar la piedra, pero lo que es seguro es que la propuesta ha sido una muy buena noticia. Tomás Fernández, guarda del Picu, asegura que «todo será bienvenido, como cualquier persona que se ofrece a un trabajo. De momento agradecer la disposición y lo segundo, me gustaría hablar con él». Parece que el Picu Urriellu volverá a tener Virgen.

«El Picu Urriellu es un emblema, me gustaría hacer la réplica de la Virgen»