Asturias, oasis del Sahara

Asturias suma estos días y hasta septiembre 326 niños más, los que ayer desembarcaron en el Aeropuerto de Asturias procedentes del Sahara para disfrutar de unas vacaciones de acogida. Su llegada puso fin a un año de espera de numerosas familias que participan en el programa «Vacaciones en paz». Muchos padres ya conocen de años anteriores a los pequeños saharauis que siempre aterrizan en Asturias con las maletas cargadas de ilusión. De ahí que ayer la mayoría de las presentaciones se sustituyeran por abrazos de reencuentro. «La primera vez que acogimos a un niño fue por consejo de un familiar y nos gustó tanto que hemos repetido todos los veranos», explica Carmen Álvarez, que este verano hará las veces de abuela con su niña de acogida.

Las familias asturianas coinciden en que compartir el verano con los pequeños saharauis es de lo más gratificante. «Estamos muy felices de que hayan llegado, sobre todo por ellos que viven en unas condiciones malas y aquí pueden disfrutar de unas vacaciones», sentencia una madre de acogida de Campocaso y buena conocedora de la situación saharaui ya que visita los campamentos de refugiaos cada dos años. «Cuando vamos de visita las familias nos acogen en sus tiendas. Se crea un vínculo muy fuerte y no se cansan de agradecernos lo que hacemos», subraya.

Los 326 niños proceden de los campamentos de refugiados saharauis que están en el territorio argelino de Tinduf y que se llaman como algunas ciudades del Sahara Occidental: Smara, Dajla, Ausserd y El Aaiún. Tienen entre 7 y 12 años, aunque en ocasiones también participan niños aún más pequeños. La Asociación Asturiana de Amigos del Pueblo Saharauis es la impulsora del programa «Vacaciones en Paz» que se traduce para los pequeños en días de descanso en los que no faltan reconocimientos médicos. Y es que los niños saharauis sufren con frecuencia problemas de salud derivados de la exposición a la luz solar y de la falta de alimentos frescos. Pero más allá de médicos y consultas, los niños disfrutan cada año en Asturias de playas, piscinas y montañas lejos de los más de 50 grados que hay en el desierto. Este año no será diferente.

La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, recibió ayer al grupo en el centro cívico de Los Canapés. «De corazón sed bienvenidos, porque sois lo más importante de lo que pasa en verano», dijo. Allí se les repartió un desayuno antes de ser entregados a las familias de acogida de las que destacó «su valor solidario».

«Hay que agradecer la labor de quienes hacen un hueco en su casa. Avilés tiene un compromiso con la realidad de estos chicos, que participarán en todas las actividades veraniegas que organiza el Ayuntamiento», explicó la regidora.

El proyecto «Vacaciones en Paz» es un oasis en la vida de muchos niños saharauis, víctimas de un conflicto que empujó a su pueblo al desierto hace 36 años. De los más de trescientos niños que disfrutarán del verano en Asturias, dieciséis se quedarán en Avilés.

Los niños, de 7 a 12 años, se someterán a revisiones médicas y participarán en las actividades lúdicas del Ayuntamiento