La Granda (Gozón),

Saúl FERNÁNDEZ

Auxiliadora Toledano no tiene edad. Guarda para sí el detalle de los años. Y no le falta razón: conocerlo no ayuda a entender mejor su trabajo. Toledano es soprano y esta noche en La Granda (20.00 horas) ofrecerá un recital de música lírica junto al pianista alcarreño Ángel Cabrera. Será el concierto de despedida de los cursos de verano de la Escuela Asturiana de Estudios Hispánicos. Interpretará una colección de piezas de opereta, ópera y zarzuela... Arias de Listz, de Donizetti, de Granados e, incluso, Mozart. La cantante cordobesa, minutos antes del ensayo general, confesó su predilección por el salzsburgués. «Es muy difícil elegir, pero si he de hacerlo me quedo con Mozart: lo he conocido desde pequeña y es muy cercano a mi modo de cantar», asegura.

La soprano cordobesa comenzó su formación musical en su tierra, pero la completó en Roma, con Renata Scotto. Desde hace tres años se dedica con constancia a la música lírica. Fue Amore en el «Orfeo et Euridice» de «La Fura dels baus», en Perelada.

Auxiliadora Toledano antes fue Adina en «L'elisir d'amore», del compositor bergamasco Donizetti, la producción que cerró la temporada de la ópera de Oviedo, este pasado diciembre. «Estuvimos mes y medio en Asturias. Esto forma parte del trabajo. Lo que procuro siempre es llevarme lo mejor», asegura. A comienzos de año volverá a Florencia, al «Maggio Musicale Fiorentino». Será Corinna, en «Il viaggio à Reims». ¿Prefiere los recitales o trabajar en una representación de ópera? Auxiliadora Toledano se piensa la respuesta: «Me gustan los recitales y también las óperas. La ópera en escena te da otra dimensión del trabajo, desarrollas tu parte como actriz. El atractivo de un recital es esa sensación íntima de estar con el público», apunta.

La cantante parece inmune a las críticas favorables (la han «nombrado» heredera de Montserrat Caballé). «Me dedico a trabajar y procuro esforzarme lo máximo posible. Y luego, Dios dirá», asegura. «Las críticas buenas son muy agradables, pero lo que de verdad produce satisfacción del público», añade.

La cantante es cantante porque la diva Teresa Berganza le empujó por el camino de la lírica. Así, con maestras de este nivel, parece natural que su nombre sea reconocido cada vez en mayor medida en montajes y en citas musicales a este y al otro lado de los Pirineos. «La lírica no entraba en mis planes de futuro. Yo estaba estudiando piano con la idea de dedicarme a la enseñanza: Musicología. Me descubrieron: me escucharon cantar y me dijeron que siguiera por esta onda», relata la soprano.

«He tenido unos excelentes maestros, aunque dicen que escasean ahora. He tenido mucha suerte, una suerte extraordinaria. No he parado de trabajar en estos últimos tres años», señala la cantante antes de dejarse fotografiar en los jardines del chalé de La Granda: dos meses intensos de actividad académica que se diluyen en la voz de Toledano.

La cantante cordobesa comenzó su formación en su ciudad, pero la completó en Roma, con Renata Scotto