Gijón, J. L. ARGÜELLES

«El mar se lo llevará todo. No es un verso, ni una entelequia ni un paradigma de cierta fatua solemnidad. Es la verdad que los atlánticos admiramos desde que nacemos». Son palabras de «Esta caña pensante», la introducción de pascaliano título que el novelista Ricardo Menéndez Salmón ha escrito para el catálogo de «La mirada atlántica», exposición que inauguró ayer en el Museo Barjola, en Gijón, la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón. Esta muestra acoge las propuestas de diecinueve artistas asturianos que han asumido el reto de traducir, mediante distintas disciplinas y lenguajes (de la pintura a la instalación, pasando por la fotografía y la escultura), otras tantas visiones singulares sobre ese océano céltico que mece a los países del Arco Atlántico.

El lugar elegido para esta exposición y la variedad de obras que incluye «La mirada atlántica», notaria de la fertilidad y ambición del arte actual asturiano, son sin duda atractivo suficiente que justifican esta iniciativa feliz. El concejal de Cultura de Gijón, Carlos Rubiera, definió la muestra, a la que se quiere dar continuidad en futuras ediciones del Festival Atlántico, como un «puente artístico» entre las distintas comunidades que comparten, junto a ese océano, elementos de un mismo paisaje cultural y sentimental. «Queremos favorecer el intercambio artístico», señaló.

Los artistas seleccionados para «La mirada atlántica» son Alicia Jiménez, Ánxel Nava, Avelino Mallo, Avelino Sala, Cristina Ferrández Box, Francisco Fresno, Guillermo Simón, Hugo O'Donnell, José de la Riera, José Legazpi, José Manuel Núñez Arias, Juanjo Palacios, Marcos Morilla, María Jesús Rodríguez, Noé Baranda, Pablo de Lillo, Pablo Maojo, Raquel Estrada Nora y Vicente Pastor. La muestra, que permanecerá en el Barjola hasta el próximo septiembre, ha sido comisariada por Ramón Isidoro.

«Abre una amplia perspectiva sobre la creación asturiana», aseguró el viceconsejero de Cultura del Principado, Alejandro Calvo, que acompañó a Moriyón y Rubiera. Para el representante del Gobierno asturiano, «La mirada atlántica» es, además de un «lugar de encuentro», el «hilo conductor» por el paisaje cambiante de un mar común que ha unido durante siglos a sus pueblos ribereños. Hizo votos, asimismo, por la futura colaboración entre la Administración autonómica y local, en manos del PSOE y de Foro, respectivamente.

Uno de los atractivos de la exposición está en la variedad de «miradas», registros, materiales y técnicas que los artistas elegidos despliegan. Todas estas propuestas, del paisajismo a la composición en la que asoma el compromiso político, trazan a su vez un estimulante mapa sobre la excelente salud del arte asturiano.

Gijón, J. L. A.

La literatura asturiana contemporánea, ese período aún palpitante que hemos dado en llamar «Surdimientu», no sería la que hoy conocemos sin las lecciones de algunos grandes poetas portugueses, y más concretamente sin la obra y el ejemplo de Eugénio de Andrade (1923-2005). La historia de ese aprendizaje la contó ayer el también poeta Antonio García en el Antiguo Instituto, en las jornadas literarias que el Festival Atlántico dedicó a Portugal.

«La traducción de sus poemas me permitió reflexionar sobre lo que debía ser la lengua asturiana», afirmó Antón García, que relató los encuentros con Eugénio de Andrade y cómo la lectura de los versos de éste le condujo hacia la búsqueda de una lengua «más clara». Hay quien ha dicho (Xuan Bello, entre otros) que la moderna literatura asturiana comienza con la traducción del portugués al bable de «Memória de outro río». «No conseguí, sin embargo, que la Universidad de Oviedo le propusiera (a Eugénio de Andrade) para el premio "Príncipe de Asturias" de las Letras», lamentó Antón García.

El concejal de Cultura, Carlos Rubiera, saludó a mediodía, en el salón municipal de recepciones, a los escritores invitados. Formó parte de la delegación el cónsul de Portugal en León, Eduardo Pereiro: «Hay motivos para reforzar nuestra amistad». Ya por la tarde, Ángel García Prieto presentó su libro de viajes «Portugal: país, posada y paraíso». El escritor y editor Daniel Gouveia introdujo, por su parte, a los tres autores lusos invitados: José Pedro Katzestein, Ana Vidal y João Afonso Machado.

-11.00 horas: Muestra artesanal y cultural del país invitado, Portugal, en el Campo Valdés. Se ambientará con fados cantados en vivo y catas de vino.

-17.00 horas: Juegos tradicionales, como el «liriu», la «carrera de panoyes», la «tarusa», la «fuercia», «bolinos» o el «dexabalu» para los más pequeños, en el Botánico.

-18.00 horas: Exhibición de cuatreada en parejas y de jugadores senior en la playa de Poniente, en el marco del primer Torneo «Arco Atlántico» de bolos playa.

-18.00 horas: Talleres infantiles de dulces y quesos en el quiosco del paseo de Begoña.

-18.00 horas: Presentación del proyecto editorial «Pintar-Pintar», en el Centro Cultural Antiguo Instituto.

-19.00 horas: Inauguración de la exhibición de embarcaciones tradicionales que habrá en Poniente en el marco de las jornadas de náutica.

-20.30 horas: Presentación del proyecto editorial «La Baragaña», en el Antiguo Instituto, con Jorge Espina, Batania y Daniel García Granda.

-22.30 horas: Concierto de Tejedor, acompañado de Miguel Herrero, Tino Cuesta y Toño Gómez, y del dúo de «chalapataris» vascos Iñaki Plaza y Kepa Calvo.

-22.30 horas: En Poniente, actuación de «Boys of the Hills» y, seguidamente, «Tuenda».