Gijón, Claudia A. POLLEDO

La hípica es un deporte en el que caballo y jinete conforman un binomio perfecto. Un binomio que cuando sale a pista es una única cosa. Tanto aficionados como jinetes disfrutan de la actuación que cada uno realiza en la pista, pero en lo que nadie se suele fijar, y eso que también tiene un papel muy importante dentro del propio equipo, es en la labor que cumple, en un segundo plano, el mozo de cuadra.

Es la suya una vida dedica, casi durante toda la jornada, al caballo. Ellos son los encargados de alimentar a estos hermosos ejemplares, ponerlos limpios y bonitos cuando van a salir a una competición, prepararlos para entrenar y, si es necesario, llevarlos en el camión cuando hay que ir a una competición. «Por las mañanas me levanto muy temprano, doy el pienso a los caballos y les preparo la cama. Después, depende de si está o no el jinete ese día, lo preparas para entrenar o, yo que sé montar, salgo a entrenarlos un poco. Al mediodía les vuelves a dar la comida, luego los sacas un poco a caminar y a última hora de la jornada les preparas la cena y les pones las vendas para que puedan descansar bien y al día siguiente estén en plena forma». Así explica Renato Dacosta, mozo de cuadra del jinete español y componente del equipo nacional, Manuel Añón, su dedicación exclusiva.

Esta profesión exige a los profesionales una enorme confianza, en este caso no sólo por parte del jinete, sino que es muy importante el entendimiento que logran y consiguen con el caballo. En ese caso es fundamental que se consiga una confianza absoluta entre el cuidador y el animal. «Un buen mozo de cuadra necesita, en primer lugar, ser un gran amante de los caballos y después conseguir tener una confianza total con el animal», cuenta Maribel Suárez, una de las mozas de cuadra de los jinetes españoles en este concurso de Saltos Internacional de Gijón.

Estos ejemplares equinos, que son auténticos atletas, necesitan cuidados muy especiales convirtiéndolos en las grandes reliquias de las cuadras. «Un caballo de este nivel necesita muchísimos cuidados; en el tema de la comida necesitas conocer bien el pienso que le va mejor al caballo y cuidar con atención todo lo que son músculos y articulaciones, ya que son atletas y una lesión puede suponer un parón muy grande en la trayectoria de un caballo», aclara Juan Carlos Pose, mozo de cuadra del jinete español Sergio Álvarez Moya.

Los mozos de cuadra comienzan desde muy jóvenes a trabajar en el mundo del caballo, un mundo que les acaba cautivando y convirtiendo en unos profesionales con muchos años de trayectoria y experiencia. «Llevo trabajando con caballos unos veinte años en los que he aprendido mucho», asegura Juan Carlos Pose. A ellos no se les ve en la engalanada pista de Las Mestas, pero sin ellos, nada sería igual.

«Necesito conocer bien al caballo; son atletas y una lesión puede suponer un parón muy grande», cuenta Juan Carlos Pose