Bruce Springsteen no pasó hambre en su vuelo a París ayer. La ovetense Catering Malena sirvió comida abundante que el Jefe y sus acompañantes disfrutaron en el avión. Hubo salmón de diferentes maneras, entrecot de cebón, pollo a la parrilla, ensalada también de pollo y alas deshuesadas. Springsteen pudo elegir entre ensalada de verduras baby y ensalada Cobb o sándwiches variados: de pollo, de bonito con mayonesa, de roastbeef, de jamón ibérico o vegetales. Para beber, tres litros de zumo de naranja, zumo de limón recién exprimido y moras, arándanos y fresas para picar algo de fruta.

Tampoco faltaron los postres: pastel de chocolate y una especialidad local, los carbayones. «Era la primera vez que servíamos un catering para un avión y ha sido un honor estrenarnos con Bruce Springsteen», señaló ayer Daniel Díaz, socio de la empresa. El cantante apenas se detuvo en el aeropuerto de Asturias, pero sí charló unos segundos con el personal.