Si durante el día de hoy ve a gente caminar por la calle con una grabadora y su correspondiente micrófono no se preocupe, no le están espiando ni va aparecer como figurante en una película. Los que manejan el equipo fonográfico seguramente estén celebrando del «día mundial de la escucha». Los sonidos cotidianos que pasan muchas veces desapercibidos son hoy los protagonistas. «No todo lo que nos rodea es ruido», explica Juanjo Palacios creador de «Mapa sonoru» que este año por primera vez reúne a un colectivo asturiano. «Ya no somos cuatro frikis», bromea refriéndose al aumento del número de personas que estudian las texturas sonoras y muestran su preocupación sobre la contaminación acústica.

El fonografista y artista sonoro Juanjo Palacios lleva desde 2009 realizando talleres y grupos de trabajo que trabajan sobre la escucha. Desde «Mapa sonoru» se proponen dos formas de celebrar este día. La primera de ellas se basa en realizar un paseo sonoro. Concentrarse unos minutos en escuchar nuestro entorno, que puede ser nuestro lugar de trabajo, el parque de enfrente de casa o la playa. La segunda actividad que se propone es capturar un sonido interesante con una grabadora. Ese sonido posteriormente se puede incorporar a la web http://mapasonoru.com para colaborar en la elaboración del mapa sonoro de Asturias.

El grupo de Juanjo Palacios y su «Mapa sonoru» ha seguido una línea de trabajo en pro de la audición. Una vez al mes recogen muestras sonoras a lo largo de la geografía asturiana que ya está disponible desde su página web. Palacios también realiza una labor pedagógica a través de talleres como el que acerca a los más pequeños a los sonidos que les rodean y nunca habían escuchado. Una labor que continuará hoy, con motivo del «día internacional de la escucha» en la que participan diversos grupos, sellos, ecologistas o colectivos en la que ya es su tercera edición. La iniciativa surgida de «World listen proyect» sirve también para celebrar el 80.º cumpleaños del compositor R Murray Schafer, el primero en analizar y reinterpretar los sonidos puros de nuestro entorno. «Muy cerca hay sonidos muy guapos e interesantes pero también hay sonidos contaminantes. Sensibilizar a la gente para que se pare a escuchar con capacidad crítica es el objetivo», explica Palacios. La forma de celebrar el día de la escucha es muy sencilla: concentrarse unos minutos en los sonidos que nos envuelven.