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"Calle 13" pide un cachopo vegano

El dúo puertorriqueño encarga para cenar, antes de su concierto en Gijón, la versión vegetariana del plato asturiano más de moda, elaborada por un restaurante de Metrópoli

El dúo "Calle 13". lne

La fiebre del cachopo cruza el charco. "Calle 13", la banda puertorriqueña de rap alternativo que lleva diez años presente en el panorama musical internacional, no quiso dejar pasar ayer la oportunidad de probar este plato en su visita a Gijón. Le dieron hasta su propio matiz. Los músicos son vegetarianos y por eso eligieron un restaurante con presencia en el festival Metrópoli en el que pudieran combinar su rechazo a la carne con las ganas de probar un cachopo.

"La Cachopería" tuvo ayer unos clientes de excepción. Desde este puesto de comida es desde el que prepararon la cena para el dúo. La tarea no fue difícil. El restaurante tiene su propio puesto dentro del recinto en el que iba a actuar "Calle 13". "Se trata de ofrecer una idea moderna de cachopo, algo que sea apto para todos los públicos", contó Iñaki Loinaz, propietario de este negocio avilesino. Esa teoría de que el cachopo debe ser para todo el mundo obliga a darle a la imaginación para adaptarlo a vegetarianos o personas alérgicas. Lo que se prepara en este caso son "cachopos a la carta", que dan al cliente la posibilidad de escoger el relleno y el modo de rebozarlo sin olvidar que hay diferentes "carnes": ternera, buey, merluza, pollo o filete de seitán.

El encargo hecho por Calle 13 se preparó poco antes del concierto. La base del cachopo era filete de seitán, un preparado alimenticio a base de gluten de trigo. Loinaz mantiene que no son pocos los vegetarianos que visitan su restaurante. "Ahora es muy habitual entre los cantantes, ya el año pasado tuvimos un pedido de La Mala Rodríguez" comentó.

Las combinaciones de ingredientes para la elaboración de estos cachopos han sido así de lo más variopintas desde que el festival abrió sus puertas el pasado 26 de junio, y es ahí donde reside su originalidad. Un plato que ofrezca la posibilidad de personalizarlo se vuelve más atractivo, aseguran los restauradores, ya que se adapta mejor a los gustos de los consumidores.

De esta forma, lo que parece contradictorio, como puede ser un cachopo sin carne, se convierte en una oportunidad de negocio que llega hasta Puerto Rico.

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