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Llanera

Los llanerenses apoyan la fiesta de los Exconxuraos que el Alcalde planea cambiar

La mayoría no comparte que se modifique para hacer más hincapié en la revuelta popular que en la humillación porque "refleja un hecho histórico"

Los llanerenses apoyan la fiesta de los Exconxuraos que el Alcalde planea cambiar MANUEL NOVAL MORO

El cambio de orientación de la fiesta de los Exconxuraos anunciado por el alcalde, Gerardo Sanz, que pretende hacer más hincapié en la revuelta popular que en la posterior humillación que se rememora en la procesión del domingo, ha provocado cierta incertidumbre en el municipio. Casi todos los estudiosos están de acuerdo en que el hecho histórico es el que es, y creen que hasta ahora la unión popular siempre ha quedado clara en la fiesta.

Para el pregonero de la fiesta de este año, Juan José Mangas, "la historia es lo que es, tiene una orientación muy popular, y no sé si se podrá mejorar o modificar la escenificación; en cualquier caso, de lo histórico se puede extraer que nos debemos rebelar frente a las rutinas y las injusticias utilizando la inteligencia de todos", dice. "Lo que no sé es cómo vehicular todo eso y organizarlo desde el punto de vista teatral". Sea como fuere, entiende que se debe poner el énfasis en la colaboración para un objetivo común, que es lo importante. "Lo de rendirse, imagino que no les quedaría otra opción", apostilla.

El director de la revista "Perxuraos", Ramón Rodríguez, opina que el asunto de la rebelión y la unión de los vecinos en contra de la injusticia "están ya muy presentes en la fiesta, en todos los pregones se refieren a esta unión y esta rebelión". A su juicio, también "queda muy clara la rebelión en la obra de teatro que se representa, y en la película también quedó muy claro".

Rodríguez sostiene que las novedades pueden ser bienvenidas, pero acaba de ver "cómo se podría hacer eso, dar el cambio que dicen".

Por su parte, el estudioso local Abel González considera que el nuevo enfoque que se pretende dar implicaría cambiar algunos matices, algunas cosas que se pueden mejorar, pero, a su juicio, el fundamento de la fiesta va a seguir siendo el mismo. "Creo que la esencia de la fiesta está bien representada", concluye.

Con respecto a eventuales cambios, entiende que el más lógico y más urgente debería ser el del pregón, pues "no tiene sentido hacer el pregón de la fiesta cuando está terminando; eso cae de cajón. Comprendo que empezó así, y que la fiesta está muy bien, pero hay cosas que se pueden cambiar, y esa es una de ellas", opina. Su propuesta es "que se haga el pregón el viernes, en el Ayuntamiento o en el quiosco del parque de Posada, que la gente se vista de medieval, que se engalanen las calles y que la gente vaya desfilando hasta el recinto ferial". En cualquier caso, aparte de cómo se haga, cree que es importante que el pregón se adelante al primer día.

Por su parte, el profesor Lorenzo Ramos, uno de los promotores de la fiesta de los Exconxuraos, defiende que la celebración debería dejarse como está, al menos en lo referente a las recreaciones.

En su opinión, dar un cambio y renunciar, por ejemplo, al desfile de Exconxuraos de la última jornada "sería renunciar a la historia, no se puede cambiar la historia; creo que si quitasen la parte de los sacos y las sogas quitarían la parte que más caracteriza a Llanera".

Según su criterio, se trata de un hecho histórico que no se puede obviar, que sucedió en el municipio y que se recrea en toda su extensión. "Además, yo no lo veo como una humillación, y ya lo dije en su día. Los vecinos participaron en una rebelión y, finalmente, consiguieron el perdón. Nada más. No hay que verlo como una humillación", recalca.

Es la forma en la que entonces se resolvían las excomuniones, razona Ramos, y por tanto no puede verse de otro modo que no sea en el contexto de los usos de la época. "En cualquier caso, creo que no debería cambiarse la historia. No sé cómo lo harán, pero no veo claro que puedan quitar el desfile, que es lo verdaderamente característico del hecho histórico", concluye.

El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, Juan Ignacio Ruiz de la Peña, que fue el primero que hizo un estudio exhaustivo sobre el hecho histórico, publicado en los años setenta del pasado siglo, explica que, efectivamente, la rebelión contra lo que se consideraba el abuso del Obispo fue el principio de todo, y que "la penitencia no tiene sentido sin la rebelión", pero matiza que también es cierto que, tras los cuatro años de excomunión y de entredicho de los vecinos, llegó la reconciliación con la oportuna penitencia, porque, si no, no había posibilidad, "la penitencia pública era el procedimiento común para levantar la excomunión; es un episodio que dura cuatro años, que se inicia con una rebeldía y que concluye con una avenencia validada en una procesión penitencial, que era lo establecido; la procesión es lógica", aduce.

El exconcejal de Festejos de Llanera Sergio Álvarez, que se encargó de la organización de la fiesta en sus últimas ediciones, no está de acuerdo con la idea de que se esté celebrando la humillación. "Desde que la fiesta empezó, ese aspecto quedó apartado, no se buscó ni la humillación ni la rebelión, lo que se buscó siempre fue festejar la unión de un pueblo contra algo que consideraban injusto y que seiscientos años después se unieron vecinos para recuperarla con un hecho histórico de fondo".

En su opinión, "volver a levantar ampollas en torno a si se celebra la rebelión o la humillación no tiene sentido; deberían dejarlo como está porque nunca se puso en tela de juicio, y todo el mundo estaba de acuerdo en que se trataba de un hecho histórico, y el hecho es el que es, la historia no la vamos a cambiar. En la época medieval, si querías volver al redil tenías que acatar lo que te imponían; no podemos inventar una historia nueva".

A su juicio, debe afianzarse el sentido que siempre tuvo la fiesta, que fue la unión de todos los vecinos y que hoy pervive con "la implicación que hay con la fiesta por parte de todas las asociaciones". Por eso opina que hay que "potenciar la unión, y lo que no vamos a hacer es entrar en historias que pueden crear tiranteces entre unos y otros, y cargarnos la fiesta".

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