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La senda que nos lleva

El kilómetro 23 de la Senda del Oso

El tramo de la ruta que va desde el Museo Etnográfico de Quirós, antes de entrar en Bárzana, hasta el pueblo de Santa Marina muestra joyas paisajísticas como la cascada de la antigua central de El Robloso

El kilómetro 23 de la Senda del Oso

La Senda del Oso es una de las rutas peatonales y cicloturistas más conocida del Principado. Este trazado atraviesa los concejos de Santo Adriano, Proaza, Quirós y Teverga. Son casi 40 kilómetros de trayecto cómodo por los cuatro municipios, con poco desnivel. La oferta de rincones con encanto es tanta que desborda a todos los que gustan de caminar sin prisa. Uno de esos tramos se inicia justo frente a las instalaciones del Museo Etnográfico de Quirós. Desde ese lugar hasta el pueblo de Santa Marina hay tres kilómetros. En total, seis de ida y vuelta.

Se puede dejar el coche en el aparcamiento y visitar este museo, donde su directora, la historiadora Alva Rodríguez Fernández, ha introducido cambios muy significativos. El centro se localiza sobre unos antiguos altos hornos de fundición. En él se muestra, además de la historia minera del concejo, la vida campesina y los viejos oficios. A continuación, tras cruzar en dirección a Bárzana y sin salir a la carretera principal, una pequeña vía a la derecha permite acceder a un tramo de la Senda del Oso, cruzando puentes, bosque y algunos claros entre praos. Una vez en este lugar, todo está bien indicado.

Estos tres kilómetros son un homenaje a la historia minera quirosana. Así, a la izquierda y al principio, se ve un edificio rehabilitado conocido como los "lavaderos del Xagarín", que formaban parte de la explotación minera del mismo nombre, situada entre Salcedo y San Salvador, y que en 1950 daba empleo a 80 personas.

A poco más de un kilómetro y medio, se encuentra la señalización a la capital del concejo, Bárzana, donde se puede ir a comer, a tomar un café o, simplemente, a comprar algo para el camino. De vuelta a la senda, el caminante sigue disfrutando de la frescura del bosque y el rumor del río que, en determinados momentos, comienza a hacerse muy fuerte, lo que hace detener el paso y buscar el origen de tan refrescante "cantar". Antes, se pueden ver en este punto los restos del pozo de Las Cruces, que delatan de nuevo la actividad minera de antaño en la zona.

Finalmente, y poco después del kilómetro 23, surge una cascada cuyo origen encontramos unos metros más adelante. Y es que este lugar se ubicó la antigua central eléctrica de Bárzana, cuyos restos se pueden ver más adelante y que aprovechaba esta caída para la generación de energía. La mano del hombre está presente en esa construcción en el río. A esta zona se la conoce como "la antigua central de El Robloso". Un poco más arriba se ve cómo, junto a la parte izquierda de esta cascada, el río Quirós continúa su camino por su cauce natural. El lugar, de difícil acceso, no es apto para el baño por el evidente peligro que entraña, pero sin duda es una auténtica joya para los amantes de la fotografía. Es decir, exclusivamente es para disfrutarlo con la mirada. La ruta acaba en Santa Marina, tras cruzar un puente iluminado en su interior, en varios tramos.

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