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La isla de los asesinos xenófobos

En Sentinel del Norte no quieren vecinos

La isla de los asesinos xenófobos

Sentinel del Norte es tan grande como Candamo. O como Villanueva de Oscos. Está en medio del océano Índico y sus habitantes (los sentineleses) y como anfitriones no son nada buenos: tienen por costumbre matar a sus visitantes. Esto -lo de asesinar a los extranjeros- es un hábito que los sentineleses vienen practicando desde, al menos, el siglo XIII. Marco Polo, el veneciano perdido en medio de Asia, lo explicó con claridad: que a nadie se le ocurra pisar Sentinel del Norte, que te matan y después te comen. O sea, que la isla esta, tan pequeña como Candamo o Villanueva de Oscos (72 kilómetros cuadrados, en forma de cuadrado), es territorio más hostil que el comanche. El territorio comanche cayó a manos del 7.º de Caballería; Sentinel del Norte, en cambio, se mantiene independiente, xenófoba y tropical desde hace lo menos 60.000 años. Eso es lo que dice Chris Kitching, que publicó en "The Daily Mail" esta primavera un reportaje contundente que descubrió que el paraíso ya no es lo que era, que las playas idílicas traen como contrapartida la muerte segura. Y más. Cuando el tsunami de 2004, un avión sobrevoló la isla . Sólo pudo constatar que mantenía vida humana en su superficie. Y nada más. ¿Cuántos sentineleses hay? Pues no se sabe. La India se supone que administra el territorio (lo incluye en Andamán y Nicobar), pero por ahí no ha pasado nunca un funcionario del censo. Los xenófobos asesinos guardan su secreto.

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