"A estos años hacerme famosa, ya podían haberlo hecho cuando era más joven", se quejaba entre risas Justina Palacio, una de los doce protagonistas del documental que ayer se estrenó en la parroquia de Granda, en Gijón. El video, de 83 minutos, surge como una iniciativa de la comisión de fiestas de Santa Ana, que para la verbena de este año quería hacer una conmemoración especial con un guiño a los que más tiempo llevan viviendo en la zona: los abuelos. Una recopilación de historias y vivencias en la que se da oportunidad a estos veteranos, muchos de ellos octogenarios y alguno incluso rondando el siglo, para que contasen en primera persona sus andanzas de juventud. Ahí están los recuerdos de Laureano Palacios, Ramón Rendueles, Francisco Martín (Paco), Justina Palacio, Almudena Sariego, Josefina Morán, Aurino Lamuño, Mari Cruz Suárez (Crucita), Gloria Canal, Teresa Díaz, Anselma Morán (Semi) y Francisco Mayora.

Y la película lograba ayer sorprender gratamente a todos los presentes en el acto que, además, formaba parte de la jornada inicial de las fiestas de Santa Ana. Aunque para sorpresa, la de Anselma Morán, que contaba que "a mí me engañaron, estuvieron en casa haciéndome preguntas pero no me contaron qué armaban, no me dijeron que saldría en un video", proclamaba.

El más veterano de los participantes, Laureano Palacios, que cumplirá el próximo martes 100 años, inicia el relato de su vida en una época en la que su casa aún no estaba abastecida de luz ni agua corriente y en la que única manera de disponer de ambas cosas era levantarse con el sol y caminar hasta la fuente con calderos. Un tiempo que también recuerda Almudena Sariego y que le evoca sus lecciones en el colegio femenino. "En las escuela nos juntábamos niñas de todas las edades, así que las mayores enseñábamos a las más pequeñas", narra Almudena al comienzo del filme.

Entre las imágenes de los bucólicos paisajes de Granda y los primeros planos de rostros surcados por la arruga de la sapiencia y el trabajo no faltan las anécdotas más sorprendentes. Es Ramón Rendueles el primero en llevarse a la boca historias de la guerra. Un ejercicio de memoria que pasa factura, dice Crucita Suárez, porque "cuando vuelves tantos años atrás parece imposible todas las cosas que han pasado y cómo pasa el tiempo".

El auténtico valor de una iniciativa como la llevada a cabo en Granda está en conseguir que se dedique algo más de tiempo a escuchar con atención las andanzas de los más sabios. Un ejercicio simple capaz de gratificar a los abuelos por el mero hecho de rememorar su vida, como se apura a señalar Gloria Canal: "hablar de todas estas cosas emociona un poco, aunque se tengan en la memoria y no se olviden, pero al decirlas es distinto". Para Justina, lo más preciado de la recopilación es que "me permite ver a muchos conocidos de la parroquia de los que no sabía nada, y eso me alegra mucho".

Ver películas como la proyectada en Granda también beneficia a los jóvenes, porque quizá uno nunca llegó a imaginar que en su viaje de novios lo más lejos que pudo aventurarse su abuelo fuera "a Oviedo", como cuenta alguno, ni tampoco la poca libertad de la que disfrutó su abuela por ser mujer. Estos y algunos otros temas son los que muestran, pincelada a pincelada, los protagonistas del documental con sus palabras y sin perder la alegría ni el buen humor.

La guinda del pastel se reserva para el final del video cuando, rebuscando entre las muchas experiencias vividas, los ancianos rememoran cómo era la que hace años fue "la fiesta más importante de Gijón y de toda Asturias" en palabras del centenario Laureano refiriéndose al festejo de Santa Ana en Granda. "Había diez veces más gente que en las de ahora", corrobora Almudena. "Muchos hasta empeñaban los colchones para poder venir a la fiesta", exclamaba Justina. Un festejo que, aunque igual de animado que el actual, era bien distinto. "No teníamos orquesta, solo una gramola con discos" recordaba Gloria Canal, que despide la grabación deseando que las fiestas "no acaben nunca". Precisamente Gloria Canal era una de las que al término de la proyección se mostraba encantada con el resultado porque "todo lo que hagan para que Granda y Santa Ana suban y vuelvan a ser lo que eran es bien recibido; además, ver todo esto ha hecho que me emocione".

Pero ella no fue la única. Tras lo vivido en la tarde de ayer en la sede vecinal de Granda, donde primero tuvo lugar el pregón de las fiestas y luego la proyección del documental, se constataba que el film había conseguido que buena parte de la parroquia y todos los protagonistas se sintieran conmovidos. "No creí que pudieran hacer algo así", afirmaba Justina, "los que lo hicieron son el 'As' de la baraja". Y lo mejor es que Granda ya tiene más veteranos dispuestos a salir en otras rondas de documental.