"Cuando estás entre amigos todo va bien, pero cuando compites, el brazo se te encoge y el dardo pesa más. No atinas", comenta Iván González Antuña, organizador de una de las ligas de dardos más importantes del Principado. Y es que, dar en el blanco no es nada fácil. En esta actividad se premia la precisión, la puntería, la seguridad y, sobre todo, la sangre fría. Un ejercicio poco conocido pero que cada vez está más presente en los bares regionales.

Los tiradores asturianos, en función de la variante del juego, "501" y "Cricket" entre las más populares, se dividen en distintas ligas de competición. Cada una de ellas acoge a diferentes divisiones, configuradas a partir del nivel y de la experiencia. A su vez, en cada liga participan siete equipos, cada uno de ellos conformado por no más de cuatro miembros. "Habrá unos 500 jugadores compitiendo a día de hoy en Asturias y 140 equipos", explica González Antuña.

El hecho de que las dianas sean electrónicas facilita la conexión entre jugadores y permite que tiradores de diferentes puntos del mundo se enfrenten entre sí. Anteriormente, los lanzadores se desplazaban al bar del equipo local, sin embargo, ahora, cada uno juega desde su sede. "Nos conocemos todos, somos como una familia, hay veces en las que nos desplazamos por cortesía", señala Santiago García Trevín, dueño del Club de dardos Talismán, en Gijón, que, según indica, "es el único colectivo de dardos que hay ahora mismo en la comunidad".

Todos y cada uno de los amantes darderos coinciden en que el hecho de que las competiciones se disputen en establecimientos hosteleros y que los tiradores estén enganchados a las máquinas para poder practicar hace muy difícil que el juego crezca y se convierta en un deporte oficial bajo una organización seria. "Los operadores no llegan a un acuerdo, cada uno busca su propio beneficio", comenta García Trevín. "He intentado hacer una asociación que nos uniera a todos, pero ha sido imposible", añade el dueño del club.

La liga asturiana de la máxima categoría finalizó hace tan sólo unas semanas. El líder del campeonato fue el equipo de "Los Mundos", en la modalidad de "cricket". Su capitán, Juan Chao, explica que, "hubo menos nivel que el año pasado" y además, agradece a Hugo Fernández, el fichaje estrella de la anterior temporada, que haya sido el máximo anotador de la liga. "Ha dado una gran cantidad de puntos y de victorias", apunta Chao. Por su parte, Fernández comenta que para él, "el objetivo principal era que el equipo ganase el campeonato". Añade además que "los dardos son un hobby; vivir de ello es casi imposible". Los premios nunca son en metálico. A modo de beca se recompensa con el pago del hotel, el viaje y la inscripción para el siguiente torneo a un nivel superior. Para toda esta comunidad, el premio gordo es poder viajar a Las Vegas para disputar el campeonato mundial.