Una flota de 42 veleros perfectamente alineados sobre el mar en la bahía de Luanco, preparados para poner rumbo a Talmont (Francia), era la estampa náutica que ofrecía ayer por la tarde el puerto de la capital gozoniega. Se trataba de la despedida de la regata internacional de vela "Transgascone", que iniciaba su etapa de vuelta hacia tierras galas. La competición es una de las pruebas náuticas con mas prestigio. Se inició el miércoles 29 de julio en Port de Bourgena (Talmont, Francia) y llegó a Luanco la noche del día siguiente.

Seiscientas millas, unos 1.100 kilómetros, que son los que separan Luanco de la localidad gala, es la distancia que les espera a las 40 embarcaciones que pusieron ayer rumbo a Francia (dos se tuvieron que quedar finalmente en tierra por problemas técnicos). Los veleros van acompañados por cinco barcos de la organización encargados de velar por la seguridad de los regatistas.

La Transgascone se celebra cada dos años y en esta edición, la decimoquinta, Luanco es el único puerto español que acoge esta competición. Además la prueba es un vehículo que tienen los regatistas para lograr un billete a la Mini Transat, una de las regatas con más fama en el panorama internacional de la categoría individual.

Poco antes de la salida de los barcos, programada para las seis de la tarde, las embarcaciones se pusieron en disposición para empezar la prueba. Se traza una línea de salida para los veleros: una gran boya y un barco de la organización forman una recta imaginaria, perpendicular al espigón del puerto, que servía como punto de salida de las embarcaciones. Si alguno de los barcos se hubiera situado por delante de la línea en el momento de la salida habría sido descalificado.

El día soleado acompañaba, por lo que cientos de personas llegadas desde diferentes puntos de la geografía asturiana acudieron a la localidad marinera para ver partir a los veleros, que componían una bella estampa en la bahía de Luanco, con las casas del pueblo marinero como fondo. "Está muy bien este ambiente náutico y festivo que se vive en Luanco por la regata", comentó Andrea Perdiz, que se desplazó desde Grado para ver la salida. "Espero que vuelvan otro año", concluyó. Varias personas se situaron en primera linea del espigón del puerto, algunos provistos de prismáticos y otros con cámaras fotográficas para no perderse ni un detalle de las evoluciones de los veleros.

"La salida ha estado bien, pero ha sido una maniobra difícil. Había mucho viento y una gran cantidad de mar de fondo que incomodaba a los patrones", explicó Víctor Montero, el responsable de la regata en España. "Los barcos llevarán una gran velocidad y se estima que lleguen a Francia el domingo", aseguró. Muchos jóvenes que pasan el verano en Luanco se acercaron al puerto deportivo picados por la curiosidad del evento. "Es muy llamativo ver tanto jaleo de barcos en un pueblo como Luanco", contó el ovetense Alfonso Azañedo.