Lena coronó ayer al peregrino número quinientos de este verano. El barcelonés Hilario Fortuna, que llegó acompañado de Carlos González (Girona), Ignacio Alba (Cádiz) y la perrita "Danna", tuvo el honor de formalizar la reserva mediante la que los albergues del municipio (en el alto de Pajares y el Hotel de Asociaciones de la Pola) alcanzaron el medio millar de pernoctaciones este año. Es la segunda vez que el catalán hace el Camino del Salvador, la variante del Camino de Santiago que une León y Oviedo a través de la comarca del Caudal, la ruta del Salvador. El concejal de Obras y Servicios, Jesús Fernández (IU), le agasajó con obsequios y diploma acreditativo. El ayuntamiento también invitó esta mañana a desayunar a todos los peregrinos.

Llegaron cansados, un poco antes de lo previsto. Armados todos -también "Danna"- de mochila con víveres, recibieron la noticia de la distinción de Hilario Fortuna con alegría: "Es una coincidencia, pero me hace mucha ilusión", señaló. Mercedes Díez, encargada de entregar las llaves, los felicitó y les enseñó sus habitaciones. "Es un albergue bonito, todo el Camino del Salvador está bien cuidado", destacó el peregrino número quinientos de 2015.

Hilario Fortuna salió solo de Barcelona. En Burgos, se encontró con Carlos González y "Danna" y en León se juntaron con su compañero gaditano. Según el barcelonés, "eso es lo bonito del 'Camino'. Sales solo y terminas siempre acompañado". En su caso, ya conocía a González del año pasado: "Hicimos juntos el Camino Francés y este verano nos apetecía un camino de montaña y nos decidimos por éste", destacó.

El Camino del Salvador le impresiona "por los paisajes y sus gentes". Fortuna destacó que "aún no está masificado y se nota que los vecinos no quieren vivir del peregrino. Aquí te dan los buenos días o las buenas tardes y ya está. Nada de venta de souvenirs". Si el bonito trayecto entre León y la Catedral de Oviedo tiene un pero para el caminante es "la dureza de las etapas". Merecen la pena, destacó, porque "las vistas son impresionantes y la gastronomía de la zona compensa".

Los tres peregrinos han afianzado su relación a lo largo del recorrido, aunque ya tenían mucho en común antes de empezar el viaje. Hilario Fortuna, Carlos González e Ignacio Alba reconocen que hacer el Camino de Santiago, o cualquiera de sus variantes, es "una forma de buscarse". "Tu pisas el sendero físico, pero en realidad haces un viaje en tu interior", destacó Alba.

Sea el esfuerzo espiritual o físico, el cuerpo necesita descansar. Los caminantes tenían previsto ayer dormir en el albergue, aunque Carlos González tuvo que buscar acomodo fuera de la cama. Los animales no están permitidos dentro de las habitaciones del albergue del Hotel de Asociaciones y el catalán no duerme sin su perra labradora. "Me dormiré donde pueda estar con ella", destacó.

Y en esas andaban, buscando acomodo para "Danna" y González, cuando entró por la puerta del albergue Antonio Jabit. Coincidencias del Camino: él fue el peregrino número quinientos el año pasado. Sirva como referencia, que Jabit recibió su diploma el día 20 de agosto. Por lo tanto, los albergues tienen este año más afluencia y han entregado el diploma a principios de mes. La distinción del número quinientos se completó con un desayuno para diez peregrinos en una confitería de la Pola. Luego retomaron el viaje. "¡Buen camino, peregrinos!", se desean.