El culto a la Virgen desató la devoción en el concejo de Siero, donde coincidieron algunas de las fiestas religiosas más señeras del verano. Por una parte, la fiesta de Nuestra Señora de la Salud, de Lieres, una de las que más aceptación tiene no sólo en la parroquia, sino en todo su entorno; por otra, la de Nuestra Señora del Buen Suceso, en El Carbayu, Lugones, que tiene una presencia creciente de fieles; y finalmente en Santa Marina, cuyas fiestas patronales tienen mucha raigambre.

La misa en honor de Nuestra Señora de La Salud se celebró al mediodía en el santuario de Lieres con una multitudinaria presencia de fieles. Esta celebración arrastra no sólo a los fieles locales habituales en las fiestas patronales, sino también a mucha gente llegada de otras partes de Asturias. Y no son raras las personas que acuden después de haber hecho una promesa. Es el caso de María Castro, que acudió desde Gijón con su hija y su nieta. "Tuve un problema de salud y le prometí a la Virgen que vendría siempre que pudiera, y aquí estoy, llevo viniendo ocho años y hasta ahora no he fallado nunca", asegura.

Cantó la misa la coral Santa María de Lieres. En toda la explanada de la ermita se congregaron cientos de fieles. Una vez acabada la celebración, comenzó la procesión por el entorno del santuario, acompañada por la banda de gaitas y el grupo de baile Los "Yerbatos", de Bimenes. Una vez concluida la celebración, fueron muchas las personas que se acercaron a tocar la imagen de la Virgen para hacerle sus peticiones o darle las gracias.

Lo mismo ocurrió en El Carbayu con la imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso. Tras una ofrenda floral y la misa, cantada por la coral Amanecer, comenzó la procesión. La Virgen fue llevada en andas -y entre los que la llevaban estaba el pregonero de este año, José Enrique Cima- por el entorno de la capilla y el prau de la fiesta. La imagen fue acompañada por los grupos folclóricos y la banda de música "Ciudad de Oviedo", y el regreso se acompañó con una descarga de cohetes. Tras la misa, muchos fieles, sobre todo mujeres, se acercaron a pasar rosas por la imagen de la Virgen para su bendición.

En Santa Marina, además de la misa y procesión que tuvieron lugar al mediodía, hubo una celebración gastronómica. Los vecinos se dieron cita para compartir una fabada, al igual que habían hecho el día anterior con una corderada para doscientos comensales. Todas estas fiestas tienen hoy continuidad. Santa Marina celebra su tradicional concurso de siega a las siete de la tarde, mientras que Lugones organiza a las cuatro un concurso de escanciadores y Lieres a las seis de la tarde una jornada infantil. En cualquier caso, las tres concluyen la jornada con verbenas.