Gijón, FLORHERMAN II

La próxima Feria Taurina de Nuestra Señora de Begoña se despedirá el 16 de agosto, en el coso gijonés de El Bibio, con una terna de lujo: Enrique Ponce, El Juli y Miguel Ángel Perera. Precisamente Enrique Ponce es quien aparece, en foto, en los carteles begoñinos al cumplirse este año sus veinticinco como matador de toros. El maestro de Chiva (Valencia), 8 de diciembre de 1971, tomó la alternativa en marzo de 1990 y, en la siguiente entrevista afirma encontrarse feliz con su toreo, con moral e ilusión.

-Después de veinticinco años desde su alternativa usted ya forma parte de la historia del toreo entre los grandes, ¿qué espera aún del mundo del toro?

-Lo que espero es poder dar todavía más de lo que ya he dado en estos veinticinco años, y es una de las cosas que me motiva e inspira para seguir, tratar de poder dar lo mejor que llevo dentro y evolucionar, ir a más en la línea en la que me estoy encontrando. Lo que espero del mundo del toro es que la gente siga con afición y disfrute de la belleza del toreo.

-Habla de la evolución, ¿en qué evolucionó el toreo desde que tomó la alternativa?

-He notado evolución en estos veinticinco años, incluso del toro. El toro de hoy exige mucho, es un toro que para bien o para mal ni se para ni se cae, salvo excepciones, es un toro mucho más bravo y el toreo, en estos últimos veinticinco años, también ha evolucionado en perfección y está en constante evolución. De hecho yo me he ido adaptando a esa evolución también y he evolucionado.

-¿Es fundamental la preparación física para enfrentarse a ese toro que no se para?

-La preparación física es importante y el torero de hoy está preparado para enfrentarse a ese toro que exige mucho, aunque tampoco hay que ser un atleta, pero hay que estar fuerte y preparado físicamente y psíquicamente. Si el toro bueno te exige imagínese el malo, que es un toro muy complicado, muy difícil, muy enrazado y cuando sale malo pues te puede echar mano en un segundo y no te enteras.

-¿En su carrera hubo alguna vez en la que pensó que había cuajado la faena perfecta o aún está por llegar?

-Uno siempre sueña con la faena de su vida. Hice faenas con las que me quedé muy a gusto, en las que me encontré rayando la perfección, posiblemente inalcanzable en su totalidad, pero sí en muchos momentos. La verdad es que en mi vida hubo muchas de esas faenas en las que me he sentido realmente realizado con lo hecho, pero la faena perfecta, como decimos, está por llegar y siempre lo tienes ahí. La faena perfecta para mi gusto aún está por llegar.

-Usted procede de la Escuela Taurina de Valencia, ¿son ya esenciales?

-Las escuelas de tauromaquia son buenas, en las que se enseña a torear a los chavales pero también se les inculcan educación taurina y valores. Que luego sean o no toreros es otra cosa, lo importante son los valores de una persona en la sociedad. El de las escuelas taurinas es ahora el camino más recomendable, la época de capeas y de maletillas yo creo que ya pasó hace tiempo, ahora la escuela taurina es un camino muy bueno para cualquier chaval que quiera ser torero.

-¿Está en peligro la fiesta a causa de la política antitaurina?

-Estamos viviendo un momento políticamente difícil y creo que complicado, en el que se está usando el toreo de arma arrojadiza política. Se puede comparar un poco con la Inquisición cuando un alcalde o un presidente de una Comunidad Autónoma es antitaurino e impone su idea y quita los toros, importándole un pito lo que pueda pensar otra gente que son aficionados. El peligro que tenemos ahora más directo es el de los antitaurinos políticos, ya que el antitaurino "normal", el animalista, siempre existió y por nuestra parte siempre hemos estado correctos: a quien no le gusten los toros que no vaya, pero el antitaurino de calle no tiene peligro, no va a conseguir que no haya toros, en cambio el político antitaurino inquisidor sí, es el que se carga una plaza o una feria.

-¿Prolifera el prototipo de "político inquisidor"?

-Ese tipo de políticos está ahí y lo estamos viendo desgraciadamente en varios lugares. Podemos poner el ejemplo de Palma de Mallorca, donde recientemente la han declarado ciudad antitaurina, pero ¿por qué?, cuando Palma de Mallorca ha sido una ciudad donde siempre hubo toros y el turista ha visto toros... Es algo realmente increíble lo que está ocurriendo. Otros ejemplos al revés también existen, como San Sebastián, donde volverán los toros tras la prohibición de un alcalde de turno. Quiero decir que lo mismo está pasando para quitarlos que para ponerlos, pero el toreo está muy por encima de estas políticas y las corridas de toros no deberían tener esta polémica política.

-¿Está satisfecho de su faceta como ganadero de reses bravas?

-Me divierto y me supone criar al animal que me lo ha dado todo. Para mí es bonito, pero tampoco tengo unas aspiraciones altas en lo tocante a lidiar en grandes ferias, pero sí en cuando a la calidad de lo que busco. Y gracias a Dios tengo una ganadería con la que disfruto y me gusta compartir con los amigos esos momentos camperos. Persigo la calidad ante todo y, la verdad, es que estoy contento, me están saliendo los novillos muy buenos.

-Maestro, y de retirada, ¿ni hablarse...?

-De momento no es algo en lo que esté pensando, de momento pienso en lo bonito que me está saliendo esta temporada, en lo feliz que me encuentro, en las faenas que estoy cuajando en los lugares donde he toreado y la verdad es que estoy muy contento. Estoy en el mejor momento de mi vida como torero y es lo que ahora tengo en mente, aunque soy consciente de que la retirada está cercana, pero puede ser el año que viene o el otro. Por el momento me encuentro muy bien y disfrutando del toreo que siento y los últimos triunfos me llenan de moral y de ilusión.