"Gijoneses, sportinguistas, asturianos y forasteros de buen vivir y mejor sentir, con el permiso de Don Pelayo y la venia de Jovellanos, queda prohibida la tristeza en esta ciudad. ¡Que corra la sidra y la alegría, porque comienza la Semanona Grandona de Xixón! ¡Puxa Xixón! ¡Aúpa Sporting!", se despidió el pregonero entre aplausos . A Abelardo precedió la participación de los músicos Popi y Moisés y la cantante Lorena Corripio, que embelesó al público con la interpretación de una pieza de tonada. A continuación, varios grupos folclóricos salieron a escena para bailar la Xiraldilla de Malveo, lo que consiguió animar a la concurrencia entre bailes y aplausos. Tras la lectura del pregón Víctor (Cimavilla) interpretó desde el escenario el inevitable "Gijón del alma" y el no menos habitual "Asturias patria querida".

Finalizado el parlamento festivo del entrenador del Sporting, cientos de gijoneses se encaminaron a Poniente a presenciar la actuación musical de Marta Sánchez. La madrileña regresó a esta ciudad para dar el pistoletazo de salida a los conciertos de la Semana Grande. Anoche presentó su trabajo "21 días", su último álbum de estudio después de ocho años sin editar material inédito.

Gijoneses y turistas que pasan estos días de vacaciones en la villa de Jovellanos esperaban ansiosos el regreso de la artista. Horas antes del comienzo del concierto, algunos curiosos se acercaron al escenario de Poniente para echar un vistazo, con la esperanza de poder ver a Marta Sánchez en persona. "He oído su voz, pensé que estaba ensayando, y como vivo aquí al lado bajé corriendo para poder verla. Más que nada por la curiosidad de ver cómo es en persona", revela la gijonesa Gema Piniella, desilusionada cuando comprobó que la cantante no había aparecido por el escenario. "No era ella quien cantaba sino un disco que habían puesto los de sonido. No estoy segura de si vendré esta noche al concierto, depende, si el cuerpo aguanta estaré aquí, pero si llueve tengo claro que no", concluyó rotundamente la gijonesa. Sí hizo después la cantante una prueba de sonido, pasadas las siete y media.

Marta Sánchez saltó al escenario de Poniente pasadas las once de la noche y lo hizo a lo grande, entonando de entrada uno de los éxitos más sonados de su ya extensa carrera: "Desesperada". A esa primera canción, coreada por sus fans, le siguieron otros conocidos himnos de la artista capitalina, como "La que nunca se rinde" o "ahora mando yo". De negro con un vestido de encaje y transparencias, tocada con una chistera, fue aligerándose de ropa durante la actuación. Y pidió perdón porque sufre una bronquitis que le obliga a medicarse y que trató de ocultar con profesionalidad de artista ya sobradamente veterana.

Tuvo la artista palabras de recuerdo para su padre "un hombre con una voz especial y única que ya quisiera para mí", dijo, y recordó que estaba encantada de volver a la tierra natal de su progenitor. "No vengo a actuar Gijón desde 2005, una eternidad, pero es una gozada regresar y espero que hoy no lo pasemos tan bien como en aquella ocasión", explicó a su público desde las tablas de Poniente.

Desde pequeña no era Marta ajena a la música. Su padre el asturiano, ya fallecido, Antonio Sánchez Camporro, de nombre artístico Antonio Campó, era un bajo muy conocido en el mundillo de la ópera. Su padrino musical fue Alfredo Kraus, uno de los mejores tenores líricos ligeros de la segunda mitad del siglo XX. Con estos antecedentes musicales no es de extrañar la temprana afición de la cantante por la música.

El "tour" de Marta Sánchez en la noche primeriza de la Semana Grande de Gijón recorrió otras paradas señeras de la discografía de la cantante, como "Dime la verdad", "Desconocida" -que interpretó escondida bajo un antifaz- o un "medley" con mucho ritmo en el que reunió trozos de otras señaladas composiciones. De la voz de ella surgieron "temazos" tan conocidos como ""Colgando en tu manos", "Con solo una mirada" o "amor de fuego".

No faltaron canciones de su último trabajo, como la que da título al álbum "21 días". Y algunas composiciones en inglés. tales que ""Critical", "Ready" o "Wellcome". Y como fin de fiesta, después de más de una hora de actuación, la reconocida "Soy yo", con la que Marta Sánchez dio al auditorio una lección de poderío.

Un público de todas las edades se congregó en las inmediaciones de Poniente para asistir al pistoletazo musical de salida de las fiestas patronales de Gijón. Veteranos seguidores y noveles de la mano que corearon las estrofas más conocidas de su artista favoritas. No hay que olvidar que Marta Sánchez es, por méritos propios, una de las voces solistas más conocidas del panorama musical español. La artista comenzó su carrera hace dos décadas cuando sustituyó a Vicky Larraz frente al grupo "Olé Olé", una de las bandas españolas más famosas de la década de los 80. Con su regreso, "21 días", ha logrado situarse entre los tres álbumes más vendidos de España.