Los tritones del Sella, la tribu que guía a los selleros hacia el río, contaron este año con un feroz competidor a sus tridentes, que despuntaban sobre las cabezas de la gente. Ese adversario es el ya famoso "palo-selfie", cada vez más común no solo entre los turistas, sino entre quienes buscan nuevas perspectivas para capturar sus momentos.

Los autorretratos o "selfies" no podían faltar a su cita con el Sella. Tridentes y "palos-selfie" sobresalían, señalando hacia el cielo, como señal de que, o se presumía de ser un hijo de Neptuno o de querer guardar un momento para la posteridad en sus redes sociales. Ni siquiera los monarcas asturianos (Favila, Aurelio, Pelayo, Mauregato y Ordoño) pudieron resistirse a la última moda del "selfie" para capturar los momentos previos al inicio del desfile que les conduciría hasta orillas del río Sella, donde comenzaría la competición deportiva que reúne año tras año a curiosos y amantes de la prueba llegados de todas las partes del mundo.

De palos iba este año la cosa, como mostraba Freddie Mercury desde su carroza, micrófono en mano, mientras interpretaba los temas más conocidos de la banda "Queen", que amenizaron el desfile, ante cientos de personas que una vez más compartieron la fusión entre la fiesta de un concejo orgulloso de su historia y quienes competían por lograr un hueco en ella.

Para Iris Domingo, Noelia Vivero y Silvia Pérez "era un palo" que la representación de la figura mitológica de las xanas hubiese desaparecido hace años del desfile en el que los tritones son ahora los principales protagonistas. Por eso decidieron recuperar esta figura en el pasacalles de este año, donde las tres representaron a esta criatura mitológica.

Pero los palos más importantes eran ayer las palas, esperando sobre las piedras a la orilla del río a que sus dueños los utilizaran en su carrera para cruzar la meta que, veinte kilómetros más abajo, les esperaba en Ribadesella. Al encuentro de esos palos tuvo que acudir corriendo tan rápido como pudo el piragüista Manuel Busto mientras sonaba el Himno de Asturias. Además de competir en el Descenso, era el encargado de ofrecer el pregón previo a la prueba.

Muchos vecinos de Arriondas rindieron homenaje durante el desfile previo al descenso con piraguas de cartón y palos que imitan los remos utilizados por los palistas, sin olvidar pancartas en honor de quienes han hecho que el Descenso del Sella naciera y se convirtiera en lo que es hoy en día: una competición capaz de acercar al municipio parragués a cientos de personas procedentes de todo el mundo.

Para los organizadores de este evento, y la gente que acude año tras año, en esta 79ª edición "ha habido un descenso de asistentes". Esto se debe, según Protección Civil, "al cambio de fecha del evento 'Aquasella', que antes coincidía con el Descenso, consiguiendo reunir a miles de personas en el municipio".

Tras la salida de los piragüistas, la gente se recogió en los bares de Arriondas para poder seguir la competición, que una vez finalizada, dio paso a una salida de visitantes de la localidad, en coche o caminando, como Emilio León, diputado de Podemos en la Junta General del Principado, que cargaba con una bolsa de barras de pan para disfrutar de la hora de la comida en compañía de amigos. Mientras tanto, su compañero Andrés Ron escanciaba sidra entre la multitud de la gente que celebraba el fin del Descenso, y comenzaba la cuenta atrás para el del año que viene, para el que los tritones esperarán que el único palo que sobresalga de la fiesta sea el de sus tridentes.