Para los enamorados del cajón de sastre que puede llegar a ser la Feria Internacional de Muestras de Asturias, y que precisamente ven en ese "totum revolutum" uno de sus atractivos, siempre está el reto de encontrar el producto singular de cada edición ferial. Para todos esos, de nuevo este año hay variedad de propuestas en las que fijarse este año. De no haberlas, no sería la feria.

Y ahí van algunos ejemplos: Un pintauñas que adopta un color diferente en función del estado de ánimo de cada uno, unas velas aromáticas que sólo necesitan estar encendidas durante unos segundos o un puzle didáctico de colores llamativos que se mueve con engranajes.

Estos podrían ser -seguro que habrá quien proponga un listado distinto- algunos de los productos más novedosos y dispares de la presente edición ferial. Novedades que se suman a los clásicos productos de innegable "tirón" como la sartén que no pega o los juegos de cuchillos de todos los tamaños. Y sin olvidar que otra de las tendencias que sigue creciendo con fuerza en la cita ferial es la de los productos de limpieza y cosmética respetuosos con el medio ambiente.

Si hay que apostar, se podría decir que la gran novedad de esta edición de la feria del Piles es un pintauñas que cambia de color dependiendo del calor corporal y el estado de ánimo de quien se lo aplique. Se trata de un esmalte que dibuja un degradado en la superficie de la uña. Esto se debe a que las distintas partes de la uña cuentan con un mayor o menor contacto con la piel, lo que provoca que la temperatura a la que está sometida también sea diferente. El cosmético, del que hay 16 tonos que abarcan toda la gama cromática, está causando sensación en el certamen.

"Estamos constantemente vendiéndolo", afirma el comerciante Gorka Korobo. "La gente está encantada porque este producto apenas se ha visto en las tiendas", explica. Y esa es la gran ventaja: el factor sorpresa. La empresa para la que trabaja Korobo, precedente de Bilbao, cuenta con la exclusiva de venta de ese pintauñas cambiante en el norte de España.

Quizá el más llamativo de los nuevos productos de la Feria sea un puzle didáctico formado por piezas de todos los colores que encajan entre sí para dar lugar a formas muy distintas, desde una vía del tren hasta un muñeco, pasando por coche. El puzle, apto para niños a partir de los tres años, cuenta con unos vistosos engranajes que funcionan a pilas, así como con ruedas de diferentes figuras y pegatinas que hacen los delirios del público infantil y un recurso estupendo para regalos.

Unos pequeños frascos de colores con una mecha que apenas sobresale del recipiente es lo que compone una vela aromática que está presente en la Feria por primera vez este año. "Con prender la mecha unos diez segundos, el aroma impregna la habitación durante más de media hora", cuenta la joven vendedora Paloma del Pozo. Estas velas, que tienen "más de un centenar de aplicaciones", están disponibles en diversas fragancias como vainilla, canela o maracuyá. Fragancias que "llamaron mucho la atención" de Diana de Lucas mientras paseaba por la galería comercial del recinto y que consiguieron que, finalmente, se llevara una. "A ver qué tal sale", comentaba, expectante, tras su adquisición.

Igualmente expectante se mostraba Ángeles Suárez tras comprar otro de los productos que son novedad en la Feria: una bayeta de caña de bambú que, de acuerdo con la comercial Raquel Mallo, "permite limpiar cualquier superficie utilizando únicamente agua". El producto, que cuenta con cuatro modalidades diferentes en función de la superficie que se desee limpiar, supone además "un gran ahorro porque evita el gasto en productos químicos".

La bayeta de bambú, junto con muchos otros productos de limpieza y cosmética, constituye una de las tendencias más llamativas de la Feria de Muestras de este año: el gusto por lo ecológico. Se trata de una corriente que ya había estado presente en pasadas ediciones de la cita ferial y que este año se ha consolidado como apuesta para multitud de comerciantes.