El torero José Antonio Morante, Morante de la Puebla, compartió una mañana en El Bibio con los niños que se acercaron hasta el ruedo donde se instaló la carpa trashumante que acompaña al torero en sevillano en cada actuación por las plazas europeas.

La idea inicial de instalarlo en algún punto de la ciudad quedó desautorizada desde el Ayuntamiento y tuvo que ser el ruedo de El Bibio quien albergase la actividad conocida como el "Morante Tour" en el que no sólo se proyectan imágenes del de La Puebla sino que se facilitan capotes y muletas en miniatura, además de un carretón con la forma de un toro, para que los niños jueguen al toro desde pequeños. Así empezó Morante de la Puebla antes de convertirse en figura del toreo.

Para los asistentes hubo además regalos cortesía del maestro. Gorras y camisetas en talla pequeña, para niños.

Todos los años se realiza esta actividad en la que un torero comparte unos minutos con los niños gijoneses que sienten simpatía por el mundo del toro y que sus sonrisas y rostros de entusiasmo cuando les saluda el torero bien valen un mayor apoyo y difusión. Los niños son el futuro en todos los aspectos. Más aun en el mundo del toro.

Posteriormente Morante de la Puebla acudió a los corrales de El Bibio, acompañado por su cuadrilla, para ver qué toros le habían tocado en suerte para esta tarde. Un recinto al que no pueden acceder los niños por norma de dudosa visión de futuro.