Atrás quedan los góticos, los heavys, los punkis y hasta los hipsters. Todos están siendo desbancados por una nueva tribu urbana: los "yuccies". La palabra proviene de las siglas Young Urban Creative (Jóvenes Urbanos Creativos) y, efectivamente, se caracterizan por ser jóvenes emprendedores cuyas actividades empresariales destilan originalidad. Son buenos conocedores de las redes sociales (especialmente de Facebook e Instagram) y emprenden negocios donde pueden dar rienda suelta a su talento, a sabiendas de que el beneficio puede ser inferior al de un trabajo convencional. Prefieren trabajar en lo que les gusta en detrimento del dinero que puedan obtener. Visten sin ninguna excentricidad, con tonos y prendas más bien clásicas.
En Asturias residen muchos de estos "yuccies", sin saber muy bien que lo son. Uno de ellos es Jorge Zapatero, propietario de dos restaurantes, uno en Oviedo y otro en Gijón. Ambos locales destacan por ofrecer productos diferentes y de manera distinta a la habitual. "La gente puede confeccionar sus propias ensaladas y cafés", comenta Zapatero, que sirve productos tan poco usuales como los "bagels", una especie de pan enrollado de origen neoyorquino. "Es un concepto de negocio diferente, que aúna un poco de todo", subraya. También cuenta con una pequeña tienda de productos americanos y un espacio para los más pequeños. Este licenciado en Derecho trabajó en empresas como Renfe o Aldeasa, pero él "quería hacer otras cosa" y ahora se encuentra trabajando en un negocios que le "encanta".
Vanessa Mas y María Mon, diseñadora de interiores y arquitecta, respectivamente, decidieron montar en diciembre un estudio de diseño y remodelación de interiores tras trabajar en distintas empresas y estudios de arquitectura. Se encargan tanto del diseño como de la reforma de cualquier espacio, además de funcionar como asesoría. "Decidimos hacer algo distinto, que no se encontraba en Oviedo hasta el momento" comenta Mas. En el mismo recinto tienen una pequeña tienda de artilugios de decoración. Ambas jóvenes resaltan la importancia de la red social Instagram en su día a día. "Es muy visual, perfecto para un negocio como éste", declara la diseñadora. "Más que por beneficio, esto lo hacemos porque nos llena", añade esta mujer. Las dos son el prototipo de "yuccies", tanto por su forma de vida (trabajos creativos) como por su vestuario.
Elena Serrano es óptico-optometrista. Después de trabajar en una cadena, decidió que no era feliz y emprendió, al poco de empezar la crisis, la creación de una empresa de gafas de diseño y alta gama, producto poco habitual en Asturias. "En cuanto tuve claro lo que quería, pedí un crédito y monté la óptica", cuenta Serrano. "No tengo intención de hacerme rica, sí de disfrutar con lo que hago", añade.
La empresaria no olvida lo descontenta que se encontraba en su anterior puesto de trabajo. "Estaba en un gabinete graduando todo el día, como un robot, no podía aportar nada", expone Serrano, que también esta al día en internet y en redes sociales.
"Trabajaba con otra empresa en la que mi parte creativa estaba muy capada", coincide Héctor Fonseca, un joven de 34 años que es fundador de una agencia de marketing on-line, (diseño web, posicionamiento en buscadores o social media marketing). "En Asturias había bastante desconocimiento en asuntos digitales", comenta este técnico en Informática, que cuenta con un máster en Desarrollo de Aplicaciones para Internet, además de varios cursos.
Los que conforman esta nueva tribu son jóvenes y urbanos. La mayoría no supera los 35 años. En cuanto a ropa, no siguen estilos extravagantes. Optan por un vestuario sencillo. Siguen un look libre de tatuajes o piercings. El catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo José Muñiz destaca de ellos que "pasan más desapercibidos a simple vista". "No tienen una estética tan marcada como ocurre con los góticos o los punkis, huyen de extravagancias", resalta. "Se solapan mucho entre los hipsters y los yuppies", añade el especialista sobre una tribu que se caracteriza por su creatividad y por las ganas de vivir de su pasión.
El sociólogo Miguel Arenas contextualiza la aparición de esta nueva tribu en el marco de una crisis, tanto económica como social, en la que "cada vez todo es más inseguro". "Aprovechan la situación actual para emprender sus propios empleos. Hacen de la necesidad una virtud", afirma este experto, que ha analizado las conductas más destacadas de este grupo incipiente.
"Las demás tribus buscan una identidad, ellos tienen el empleo como punto común", apunta el sociólogo. La mayoría tiene estudios universitarios o incluso de postrado. "El trabajo por cuenta propia es fundamental para los 'yuccies' ", añade Arenas. Según el experto, configuran "un proceso de lucha" y riesgo al abandonar sus trabajos y montar un negocio nuevo, con todo lo que ello conlleva.
Todos reconocen que trabajar en su propia empresa es una ventaja y un placer. Es una tribu de lo más recomendable para todos aquellos que buscan ofrecer productos o servicios diferentes y, sobre todo, que les hagan felices. Son conscientes de que el dinero es importante, pero prefieren realizar una labor que les llene. Son los "yuccies". Jóvenes y creativos. Sólo acaban de llegar.
