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Más "selfies", menos sexo

Aficionados a las "autofotos" contradicen el estudio que relaciona su práctica con la falta de actividad sexual, pero muchos creen que el exceso de protagonismo fotográfico denota "inseguridad y poca confianza en uno mismo"

Más "selfies", menos sexo

El estudio realizado por la universidad holandesa Wageningen, que presenta la adicción a los "selfies" como una forma de esconder falta de sexo e inseguridad, ha causado un amplio debate entre la población. La mayoría no lo relaciona de forma directa con el nivel de actividad sexual y asegura que "es algo que no va ligado". Sin embargo, muchos están de acuerdo con que podría tratarse de "una falta de seguridad en sí mismos".

"No veo cómo puede relacionarse esta tendencia con la falta de sexo, yo tengo una vida sexual activa y me hago bastantes selfies. Además, hay gente que mantiene muchas relaciones y tiene una falta de confianza en sí misma enorme; es algo que no va ligado", argumenta Casilda Manso, una joven gallega de 21 años. Pablo García, estudiante de Humanidades de 20 años, tampoco está de acuerdo. "Yo no me hago selfies y tampoco tengo relaciones sexuales", discrepa.

Claudia Barreñada, de su misma edad, explica que "los que se hacen fotos compulsivamente tal vez necesiten ver una foto en la que salgan bien para sentirse más seguros". Su compañera de clase Paula Álvarez, sin embargo, no cree que se pueda analizar a alguien por los "selfies" que se hace. "No hay que darle más importancia de la que tiene. Hay quien simplemente se hace fotos porque se siente guapo y le apetece que los demás lo vean. No creo que siempre deba ser por una falta de confianza", asegura la estudiante de Derecho.

Y aunque la fiebre de los "selfies" está muy extendida, no todos se publican en las redes sociales. "Yo lo que hago es mandarlos a grupos de Whatsapp poniendo caras raras, es algo que me divierte mucho", cuenta Marta Carrón, estudiante de Relaciones Laborales. "Además, me hacía los mismos antes, cuando tenía pareja y relaciones sexuales, y ahora, que estoy soltera y no las tengo", afirma.

Cristina Nortes, una estudiante de Psicología de 22 años, tampoco está de acuerdo. "Puede ser por una falta de confianza, pero la relación con la actividad sexual no la veo por ninguna parte", comenta. Coincide en esto una pareja que ha decidido pasar unos días de vacaciones en Gijón. "La inseguridad quizá sea una causa, la falta de sexo no", dice él, de Burgos, sonriéndole a su novia holandesa.

La moda de los "selfies" se sometió a análisis el verano pasado con el estudio realizado por la Universidad Wageningen, en Holanda, que indicó que la adicción a las "autofotos" podría esconder falta de sexo e inseguridad, algo que se encontraba muy lejos del egocentrismo que se esperaba como causa.

Para llevar a cabo la investigación, se tomó una muestra de 800 personas que cumplían con el perfil de adictos a los selfies. Una vez analizadas las fotografías, se efectuó un seguimiento de su vida real. El resultado: la contradicción. El 83% de los individuos no tenía una vida sexual activa a pesar de definirse como personas "sexys" y "deseadas" en las redes sociales donde las publicaban. La mayoría acabó manifestando su miedo al abandono y falta de confianza.

"Fotografía de las dificultades y la soledad" es el nombre del estudio y en él se recoge que "los adictos al selfie evalúan su nivel de bienestar en la imagen que construyen de sí mismos, utilizando las tecnologías para manipular la imagen real que obtuvieron de sí mismos y así poder vender algo que no existe, sin entender que la vida no es un Photoshop", como explica Christyntjes Van Gallagher, líder de la investigación. En su opinión, lo que se busca es obtener numerosos "likes" y comentarios positivos.

Que las autofotos sean una "llamada de auxilio ante el abandono sexual" es algo que se somete a debate. Pero no hay duda de que la llegada de los teléfonos móviles con cámara de fotos ha convertido esta práctica en una revolución, siendo nombrada "selfie" la palabra del año 2013 por el Diccionario Oxford y aumentando su uso más de un 17.000% en 2014.

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