"La cerveza siempre ha estado presente en España, lo que ahora parece que sí que está de moda son los artesanos. Cuando yo comencé en el 2011, había como 47 en España y ahora debe de haber unos 600". Alfonso Izquierdo es uno de los artesanos que participan en la tercera edición del Asturias Summer Beer Festival que ayer dio comienzo en El Náutico. Este productor de Castilla y León tiene su teoría sobre el "boom" que vive la fabricación artesanal: "Pienso que se debe a la necesidad económica y a la demanda de productos artesanos en general", añadió.

Cerveza de chocolate, con levadura de vino, con levadura de sidra, frutales? Una gran variedad de matices y sabores -hasta 150 productos distintos prometen los organizadores- pueden degustarse en los jardines del Náutico hasta mañana. Este año, se presenta como novedad la cerveza "La Mareona", que rinde homenaje a "a la afición que llevó en volandas al equipo a Primera División", que ya se puede saborear por primera vez en el festival y que comenzará a comercializarse cuando acabe el festejo. "Se trata de una cerveza rubia, artesanal y fácil de beber", explicó Víctor Cembranos, mientras tiraba una caña.

"En España siempre hemos sido muy cerveceros, sobre todo de la variedad 'lager', que es la típica cerveza industrial, con poco sabor, poco aroma y mucha carbonatación. Esto la hace fácil de beber, con lo cual fácil de vender. Los artesanos tratamos de redescubrir este mundo volviendo a sus orígenes y olvidándonos de este tipo de cerveza. Esos orígenes siempre se han mantenido en países como Alemania o Bélgica, donde existen muchos tipos de cervezas y de diferentes marcas. La artesanal que nosotros creamos busca utilizar recetas de hace cuatrocientos o quinientos años. Creemos que poco a poco esta cerveza artesanal va a ir calando en el mercado", explicó David Castro, un maestro cervecero de una marca madrileña.

"Se nota que son artesanas. Me aficioné a esta bebida cuando vivía en Bruselas. Las de este festival se parecen a las que bebía allí, con mucho más sabor", comentó Rocío Díaz una madrileña que vino a Gijón acompañada de Loreto Gibert e Irene Egido, a pasar unos días y se encontró con este certamen para los paladares más exquisitos.

"El año pasado en un día reunimos a 6.500 personas; en esta edición pensamos multiplicar esa cifra por dos o tres, el cambio de lugar está claro que favorece. El Museo del Ferrocarril es un entorno muy bonito, pero se nos quedó pequeño, además aquí la gente puede coger las cañas y sentarse en las gradas, seguro que los cerveceros están encantados con la nueva ubicación", aclaró Serxu Solares, uno de los organizadores.

Otro de los puntos fuertes de esta cita cervecera es "Amager", un producto que llega a Gijón directamente desde Dinamarca, país invitado en el certamen. Se trata de una de las cerveceras más importantes de Europa. Su especialidad: artesanas con un carácter lupulado, más amargas y afrutadas. Un festival con 25 marcas de cervezas de todo tipo, acompañadas de gastronomía asturiana. Un gusto para muchos.