"Todo empezó por una piquilla entre hombres y mujeres. Dimos por supuesto que ellas sabían hacer bien las tortillas y nosotros queríamos demostrarles que también podemos". Por este motivo que relata Juan Carlos González, uno de los participantes, comenzó el concurso masculino de tortilla española, que se celebró ayer con motivo del inicio de las fiestas de San Agustín en la localidad candamina de Murias, en el que los hombres cocinan las tortillas y las mujeres las evalúan. Además, para este año también se organizó un concurso infantil.

Con 7 kilos de patatas, 36 huevos, 6 cebollas y 4 litros de aceite ante sí, José Morán se estrenó este año como participante. "Vengo a ganar el primer premio con una tortilla grande", declaraba. Sus intenciones se vieron recompensadas horas más tarde al obtener el premio a la tortilla de mayor tamaño. Algún participante le echó pimientos rojos y verdes y otros se decantaron por añadir más cebolla que el resto. Pero el campeón de las dos ediciones anteriores, José Antonio González "Villa", realizó su tortilla con un ingrediente que la mayoría de gente no usa para elaborar este plato: el ajo. "Le da mucho más sabor", aseguraba. Además, reveló que sus secretos a la hora de hacer esta comida se los enseñó su madre. "Le echaba los huevos batidos directamente a la sartén en la que se freían las patatas, pero con menos aceite".

El moscón Óscar Salas, con un gorro de cocinero que rezaba "Kiss the chef" (besa al cocinero), era uno de los veteranos de la prueba. Su pasión por la cocina va más allá de la tortilla, ya que el arroz con leche y la paella son sus otras especialidades. "Todo empezó cuando dejé de ser albañil", explicaba. Mientras esperaba a que se calentase el aceite, aprovechaba para dar un "paparadín" de vino, que guardaba bajo la mesa en una vieja jarra y que ofrecía a alguno de los asistentes. "El vino y el aceite, siempre a mano. Hay que tomárselo con tranquilidad". Al final, consiguió elaborar la mejor de las doce tortillas que se pusieron en liza y se llevó los 250 euros que recibe el ganador, mientras que el segundo y el tercero, se embolsaron 150 y 100 euros respectivamente.

Los más pequeños fueron los otros protagonistas de la tarde. "La idea de hacer un concurso infantil surgió al ver todos los que existen en la televisión", explicaba "Mavi" Gundín, una de las organizadoras y presidenta de la asociación de vecinos. "Hace dos semanas empecé a practicar. Hice tres y ya me salen más o menos", apuntaba Miriam Suárez, de 14 años y que obtuvo el segundo puesto, mientras era observada por sus abuelos durante la prueba. El ganador fue Alejandro Lencero, y los premios para los niños fueron aparatos de electrónica.

Seis juezas, encargadas de varios restaurantes de la zona fueron las que valoraron la ejecución, la presentación, la textura y el sabor de los platos de niños y adultos. "El mérito es de las mujeres que enseñamos a los hombres a cocinarlas", decían Teresa Salas y Montserrat, miembros del jurado femenino, que además reconocían que este año el nivel era muy alto.

Además de los premiados, quienes también ganaron fueron los paladares de los asistentes, que para acompañar la gran costillada que celebra el inicio de las fiestas de San Agustín, probaron todas y cada una de las tortillas elaboradas.